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La portavoz de la OMS, Margaret Harris manifestó su preocupación por un aumento de las enfermedades infecciosas, particularmente diarrea en bebés y niños, con casos en niños de cinco años o más aumentando a más de 100 veces los niveles normales a principios de noviembre.

Por Gabriela Sotomayor
(Tomada de Proceso)


 

GINEBRA (apro).- La OMS y UNICEF expresaron su temor porque podrían morir más personas debido a las enfermedades y la situación precaria de salud que enfrenta la población en la Franja de Gaza, que los bombardeos perpetrados por Israel.

Eventualmente veremos morir a más personas a causa de enfermedades de las que vemos incluso por los bombardeos si no somos capaces de reconstruir su sistema de salud”, dijo Margaret Harris, portavoz de la OMS, en un encuentro con la prensa en la sede de la ONU en Ginebra, Suiza.

Remarcó su preocupación por un aumento de las enfermedades infecciosas, particularmente diarrea en bebés y niños, con casos en niños de cinco años o más aumentando a más de 100 veces los niveles normales a principios de noviembre.

“Todos en todas partes tienen ahora necesidades sanitarias extremas porque (los civiles) se mueren de hambre, carecen de agua potable y están hacinados”, afirmó.

El cese al fuego ha sido bienvenido por los organismos humanitarios de la ONU que han podido distribuir ayuda humanitaria, sin embargo, consideran que la ayuda no es suficiente frente a las enormes necesidades que tienen 2.3 millones de personas atrapadas por el conflicto entre Israel y Hamás.

Según el Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, hasta el momento más de 15 mil personas han muerto a causa de los ataques israelíes en el territorio, incluidos 6 mil 150 niños y 4 mil mujeres.

Harris explicó que el registro de muertes solamente incluye a los que han perdido la vida dentro de los pocos hospitales que aún funcionan en Gaza, pero hay muchas familias que han perdido a seres queridos que quizá yacen bajo los escombros o han sido víctimas de alguna enfermedad y sus muertes escapan al conteo oficial de bajas civiles. “El número está subestimado”, respondió Harris a pregunta expresa de Proceso.

Agregó que la situación es especialmente sombría en el norte de Gaza, que ha sido el más afectado por los bombardeos de las fuerzas israelíes, ya que la gente de la región no tiene acceso a medicamentos, vacunas, agua potable ni alimentos.

Toda la población con necesidades sanitarias

James Elder, portavoz de UNICEF dijo a los periodistas por videoconferencia desde Gaza que los hospitales de la franja estaban llenos de niños con quemaduras, heridas de metralla y muchos con enfermedades gastrointestinales por beber agua sucia.

Elder habló sobre la falta de suministros médicos, alimentos y servicios como las grandes amenazas a la salud de la población gazatí. Reveló que una evaluación del 24 de noviembre en el norte de Gaza mostró que “toda la población en todos los rincones tiene necesidades sanitarias extremas”.

Los médicos y trabajadores de salud que trabajan en Gaza están aterrados por las enfermedades que empiezan a propagarse y por la forma en que eso “devastará a los niños, cuyo sistema inmunológico se encuentra muy debilitado por la falta de alimentos y agua”, lamentó UNICEF.

Elder, quien hablaba desde Gaza, citó a un médico del hospital Al-Shifa, que le explicó que las amenazas a la salud de los niños proceden en gran medida del aire por los bombardeos antes de la pausa y, “en este momento, en el terreno en forma de diarrea e infecciones respiratorias”.

Mientras continúan las negociaciones para la liberación de más rehenes a cambio de una prolongación de la pausa en las hostilidades, UNICEF expresó consternación por la gran cantidad de jóvenes luchando por sus vidas, “con horrendas heridas de guerra, tirados en colchones improvisados en estacionamientos, en jardines, en todas partes. Los médicos tienen que tomar decisiones horrendas y darles prioridad a unos sobre otros”.

“Conocí a muchos padres… Saben exactamente lo que necesitan sus hijos. No tienen acceso a agua potable ni atención médica y eso los está paralizando”, deploró Elder.

“Como padre y trabajador humanitario es muy duro atestiguar lo que está pasando aquí… Un cirujano me dijo que cuando termine la guerra lo único que quiere hacer es llorar”, remató Elder visiblemente afectado.

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