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* Desconoce el acuerdo con el que no acudirían trabajadores de la tercera edad y discapacitados

* Pretendía tumbarles al sueldo; ahora quiere pagar lo equivalente a salario mínimo

* Revuelta en el cabildo; hasta Benito Soriano, su aplaudidor, exige que cumpla


 

 

MUSSIO CÁRDENAS ARELLANO

 

Rejego y obcecado, Víctor Carranza vuelve a vulnerar los derechos del gremio sindical, la no asistencia de empleados de la tercera edad y discapacitados. A quienes no acudieron a laborar, como fue el acuerdo inicial, les pagará lo equivalente a salario mínimo y a algunos ni eso les tocará.

Bipolar sin remedio, el alcalde de Coatzacoalcos desconoció el acuerdo suscrito con el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Municipio —SUEM— en que se atendían las previsiones para evitar el contagio del coronavirus, en concordancia con los protocolos adoptados por los gobiernos federal y estatal y los dictados en la materia a nivel internacional.

Su decisión le provocó el lunes 23 una revuelta ante el cabildo donde tres ediles de Morena, el partido que lo llevó a la alcaldía, entraron en rebelión, acusando violaciones a la relación laboral.

Víctor Manuel Carranza Rosaldo expuso que a los empleados que no se presentaron a sus centros de trabajo les descontaría el día de trabajo, así como las jornadas subsecuentes si no acuden a cubrir sus funciones y encargos.

NUEVE EDILES EN CONTRA DE SUS REVERSAZOS

Ante la repulsa de los ediles de oposición, a excepción de los priistas Oliver Damas de los Santos y Felipe de Jesús Rodríguez Gallegos, y tres morenistas que lo increparon, Carranza metió reversa y anunció que sí procederá a pagar el salario pero lo equivalente al salario mínimo.

La respuesta de los ediles lo sacudió. La sindica Yazmín Martínez Irigoyen lo instó a cumplir con el acuerdo suscrito con la parte sindical.

Insólita, sin embargo, la reacción del regidor de Morena, Benito Soriano Aguilera, el brazo ejecutor para secundar al alcalde en sus constantes desvaríos, entre ellos la negativa a cumplir sentencias del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa de Veracruz.

Soriano Aguilera reclamó a Carranza que el personal adscrito a su regiduría —y sus recomendados— no van a cobrar su salario completo, pese a que el acuerdo con el SUEM, extensivo a los trabajadores de confianza, era que los empleados mayores de 60 años y los que padecen alguna discapacidad, dejarían de acudir a sus centros laborales por ser los más vulnerables a un contagio por el coronavirus, cuyos efectos pueden provocar la muerte.

EL ACUERDO

El 20 de marzo, el SUEM propuso al ayuntamiento de Coatzacoalcos hacer efectivos los lineamientos de prevención señalados por el gobierno federal para preservar de contagio por coronavirus al personal municipal.

Empleados que padecen enfermedades, mayores de 60 años y trabajadoras embarazadas, dejarían de laborar a partir del lunes 23, sin menoscabo de sus derechos laborales; se evitarían las reuniones mayores a cinco personas; se aplicarían medidas de higiene mediante limpieza constante de teléfonos celulares; evitar la formación de filas en oficinas municipales, procurando sistema de turnos o citas previas; suspender la capacitación presencial durante marzo y abril, así como el uso del reloj chocador o de acceso con huella.

La respuesta del ayuntamiento fue afirmativa. El domingo 22, el SUEM emitió una circular que difundió en redes sociales en la cual aludía a un oficio suscrito por el ayuntamiento de Coatzacoalcos para dar cumplimiento a la jornada de sana distancia.

ENFERMOS, EMBARAZADAS Y ADULTOS MAYORES PODÍAN FALTAR

El personal sindicalizado se presentaría a laboral de manera normal y sólo aquellos con padecimientos tales como diabetes, hipertensión, cáncer o cualquier otro tipo de enfermedad crónica, así como mujeres embarazadas y personas mayores de 60 años quedarían eximidos. La valoración de sus casos sería determinada por sus jefes en cada área laboral.

EL REGRESO DEL BIPOLAR

Bajo esa premisa, el lunes 23 se aplicó la jornada de sana distancia. Sin embargo, horas después el alcalde Carranza volvió a su bipolaridad habitual. Desconoció los acuerdos y, más aún, los protocolos que emanan del gobierno federal, encabezado por el morenista Andrés Manuel López Obrador, y advirtió que les descontaría el día a los empleados que no acudieron a su centro de trabajo.

Ahí provocó la repulsa. Cuarteado el cabildo, vio llegar el rechazo de nueve ediles, entre ellos tres de Morena, que lo conminaron a cumplir con el acuerdo y no violentar los protocolos de salud para preservar a los grupos vulnerables de contagio por coronavirus.

 

Foto: CHAPUZ

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