Dentro o fuera de Morena, nadie conoce tanto a Rocío Nahle como Rogelio Martínez. Ambos petroleros, ambos lopezobradoristas, ganaron la elección federal de 2015, ella candidata a diputada por Coatzacoalcos, él representante del partido del Peje ante el consejo electoral. Ya con poder, Rocío Nahle alucina. Es otra. Atropella estatutos, desoye a la base, ignora el sentir de la militancia; no escucha, impone; no concilia, embiste. Y hoy, Rogelio Martínez cuestiona el método, la violación estatutaria y, sobre todo, la tentación de situar a Morena en zona de ilegalidad. Si desaparecen los comités municipales, resultado del centralazo pejista, la asamblea municipal no existe. Y si no existe, no hay forma de elegir a sus candidatos, en términos del artículo 44, que otorga esa facultad a la militancia. “Jurídicamente están desapareciendo el Partido de Morena”, resume Rogelio Martínez. Si no hay asamblea, “cualquier decisión que se tome respecto a las precandidaturas será inexistente”. Le habla con respeto a Rocío Nahle pero alerta a Andrés Manuel López Obrador: “Un partido político que no respeta sus principios y estatutos, carece de dignidad, de ética política, por lo tanto no acepta el pensamiento crítico, se rodea de fariseos cuyos únicos intereses son los personales, cayendo en el gran fetichismo… lástima Veracruz, se te fue la gran oportunidad”, dice el abogado. Hay más…