
Xalapa, Ver. Un soldado del Ejército Mexicano fue encontrado muerto tras un disparo que, presuntamente, él mismo se propinó en las instalaciones del 63 Batallón de Infantería en El Lencero. La falta de una confirmación oficial por parte de las autoridades ha generado incertidumbre en el entorno militar y social.
La remota tranquilidad del 63 Batallón de Infantería en El Lencero se vio quebrantada la mañana del miércoles 2 de julio con un hecho trágico y desconcertante: el hallazgo sin vida de un elemento del Ejército Mexicano. Según los primeros informes, el militar presuntamente se disparó en la cabeza mientras cumplía con sus funciones en una de las casetas de vigilancia, aunque hasta el momento las autoridades no han emitido un comunicado oficial sobre el incidente.
La detonación del arma de fuego alertó automáticamente a sus compañeros, quienes acudieron de inmediato al lugar, sólo para encontrar al cabo gravemente herido. Pese a la rápida respuesta de los servicios de emergencia, los esfuerzos fueron en vano, y los paramédicos solo pudieron certificar su muerte en el lugar del suceso.
La escena del suceso fue asegurada por personal del propio Ejército, y las diligencias pertinentes estuvieron a cargo de peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) junto con el Servicio Médico Forense (Semefo), quienes levantaron el cuerpo y recolectaron los primeros indicios periciales. Este lamentable hecho ha suscitado un sinfín de interrogantes y conjeturas tanto al interior como al exterior del ámbito militar.
Hasta el momento, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no ha emitido ninguna declaración pública sobre lo que ocurrió o las razones que pudieron empujar al militar a tomar tal determinación. La falta de información concreta se ha convertido en catalizador de inquietud y especulaciones sobre lo sucedido en el cuartel de El Lencero.