
Ciudad de México.— Y después de tanto alarde, de tanta bravuconada, de tanta soberbia, la senadora Andrea Chávez se quebró. Retirará su imagen de las ambulancias y unidades médicas móviles diseminados en territorio de Chihuahua, su estado natal y al que aspira a gobernar, con el que incurre en actos anticipados de campaña.
Sacudida por la presión mediática, la exhibida pública que le diera el portal Latinus, el debate en que la destrozó la senadora panista Kenia López Rabadán, y hasta las críticas de sus compañeros de Morena, a la joven senadora sólo le faltaba que el tiro de gracia presidencial. Y el tiro llegó.
Luego de que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, hiciera un llamado a Morena para establecer reglas claras que eviten actos anticipados de campaña, la senadora Andrea Chávez anunció que retirará su imagen de las ambulancias que operan en diversos municipios de Chihuahua, aunque precisó que los vehículos seguirán prestando servicio, especialmente en zonas donde no hay alternativas de atención médica inmediata.
Adán Augusto, su protector y admirador, embarrado
Latinus, portal dirigido por el periodista Carlos Loret de Mola, documentó la triangulación de recursos públicos para la campaña de Andrea Chávez. Exhibió documentos que muestran al empresario Fernando Padilla, amigo del líder del Senado, el morenista Adán Augusto López Hernández, como el personaje que recibió más de 2 mil millones de pesos de los gobiernos de Tabasco y Chiapas, y .luego dos de sus empresas médicas facilitaron unidades móviles para promover a la morenista.
Padilla Farfán no oculta su amistad y nexos con Adán Augusto. La ruta del dinero y el pago de favores quedan acreditados. Los gobiernos controlados por López Hernández -Chiapas con el cuñado del senador, Rutilio Escandón, y Tabasco con Carlos Merino- otorgaron los contratos por 2 mil millones de pesos. Y el empresario abasteció de ambulancias y unidades médicas, así como medicamentos, a la protegida de Adán Augusto.
En un exabrupto, acosada por la panista Kenia López Rabadán, en el noticiario de Azucena Uresti, en Radio Fórmula, Andrea Chávez admitió que esas ambulancias eran aportaciones de empresarios, que no eran recursos públicos. De inmediato vino la andanada de López Rabadán, indicándole que acababa de admitir una aportación ilegal, porque es aportación en especie y debió haberlo notificado al Instituto Nacional Electoral para cuantificar el monto y determinar si habría un posible delito electoral.
Sheinbaum la terminó de hundir
“Voy a acatar el llamado de la presidenta”, afirmó la legisladora morenista en entrevista en el Senado, tras ser cuestionada por la polémica que desató su promoción personal en ambulancias de alta gama, una acción que fue interpretada por la oposición como un acto de precampaña encubierta.
La senadora —quien se ha convertido en una de las figuras jóvenes más visibles del partido oficialista— defendió el proyecto de las ambulancias como una gestión humanitaria, no política, aunque con su imagen en los costados de las unidades móviles. “En muchos municipios de Chihuahua no hay una sola ambulancia. Es un estado enorme, con extensas zonas rurales. La gente necesita ser atendida. Esto no se trata de promoción, se trata de salud pública”, argumentó.
Chávez, quien se describió como “la consejera nacional más votada del país”, respaldó el llamado de Sheinbaum a poner orden dentro del partido. “Seré la primera en acatar lo que la presidenta proponga, porque estoy de acuerdo en que se requiere una regulación clara para todos”.
Frente a las críticas de la oposición, que incluso han derivado en una denuncia penal presentada por el PAN, la senadora fue tajante: “Si eso tranquiliza a los pitufos de la aldea que nos están quitando el derecho a acceder a la salud en Chihuahua, con todo gusto retiro mi nombre. Pero las ambulancias se quedan”, declaró.
Además, indicó que ya trabaja con el sector privado para sumar más unidades médicas al proyecto. “Nadie les va a quitar a los chihuahuenses su derecho a la salud. Para eso está su senadora”.