“No hay otro camino para la madurez que aprender a soportar los golpes de la vida.” – Shakespeare.

Mientras comienzan los primeros rounds de sombra entre las precandidatas presidenciales Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez Ruiz con las presentaciones de sus equipos de campaña.

La sociedad se cuestiona si realmente la oposición que conformará la coalición Fuerza y Corazón por México en Veracruz ha terminado de comprender lo que verdaderamente se están jugando.

Sin temor a equivocarnos, la elección de José Francisco Yunes Zorrilla como presunto precandidato a encabezar los esfuerzos, ha sido la elección más atinada.

Pepe Yunes es un político resiliente, que ha participado –con esta que emprenderá- en 10 campañas políticas a ras de piso; como todo en la vida, ha ganado y ha perdido, lo que lo convierte en la mejor opción política para la oposición, por tener esa capacidad de amoldarse a la circunstancia, lo que lo convierte en un profesional más experimentado.

A pesar de que pueda ser calificado de tener un discurso que para muchos no parece ser atractivo, por no ser el típico discurso incendiario y confrontativo, si es un discurso estructurado, con contenido y sobre todo con pleno conocimiento de la cosa pública.

Lo que está en juego para la oposición, no es, nada más una elección más, y nada más, es por mucho, la capacidad de continuidad de una visión de estado, que por desgracia, en su momento se alejó de las necesidades directas y reales de la sociedad.

La incursión en la política de personajes como los Duarte, los Yarrington, los Borge, etc., dio al traste con la confianza ciudadana.

Hoy el principal reclamo social contra los partidos tradicionales –aglutinados en la oposición- es si van a continuar robando como esquema de gobierno, lo que de entrada, provoca una lamentable brecha entre el electorado y el oferente de la propuesta política.

Si realmente los actores políticos veracruzanos que integran al PAN, PRI y PRD quieren ganar la oposición, por principio deberán tener conciencia de que se está en juego algo más que solo la elección del 2024.

Es momento de que quienes operen en los municipios donde tienen mayor presencia, como es el caso de Boca del Río, Veracruz, Orizaba, Acayucan, Poza Rica, Tuxpan entre otros, comprendan que deben hacer ganar a Pepe Yunes a como dé lugar.

Pues dejar abierta la puerta para que Morena y sus aliados se les cuelen, los dejará francamente vulnerables para el proceso electoral municipal del 2025.

Se acabaron en la oposición los grandes cuadros con los que pudieran arrasar en las elecciones, es momento de defender y pelear la plaza con todo, si quieren verdaderamente ganar la elección.

Por lo pronto, en la trinchera de enfrente, Rocío Nahle García le aventaja por mucho, en su andar y caminar por la entidad.

Mientras acá se pasean en eventos elitistas, exclusivos, la coordinadora de los Comités de Defensa de la 4T en la entidad, les come el mandado, encontrándose con la sociedad a ras de piso, algo que no termina de comprender el viejo modelo político.

Quizá por mucho, Pepe Yunes deberá conversar con el panista Hipólito Deschamps, ex alcalde de Medellín, –que, en su faceta de generador de contenido, se les metió en las encuestas de opinión y conocimiento ciudadano- quien recorre la entidad de punta a punta, conversando con las mujeres y los hombres desde el interior de sus hogares, escuchándolos en sus necesidades y ayudándoles en la medida de sus posibilidades para terminar de comprender qué es lo que conecta con la sociedad para volverse realmente competitivo y así lograr la gran hazaña.

Por lo pronto ya veremos qué tanto realmente lo quieren apoyar los que se dicen sus amigos y seguidores, pues está deberá ser una campaña de amoldamiento social con oferta y propuesta, y no una típica campaña de confrontación y pelea al mero estilo pandillero.

Al tiempo.

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