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* Familias, amigos, súbditos de Rocío Nahle y el alcalde Víctor Carranza

* Los Pintos, las Mijares, los ediles y hasta Hansel y Gretel; lo que ganan, en archivos secretos

* Cobran como si fuera mafia de cuello blanco… pero Morena


 

 

—Primera de tres partes—

 

Un perfecto embustero, el alcalde Víctor Carranza prometía mesura y recato, cuidar cada peso evitar el despilfarro, y una vez con poder derrocha en los amigos, en los súbditos, en las bases útiles de Morena, destrozando el discurso de los pobres y los alardes de austeridad.

“Vamos a bajar la nómina —presumía el edil—. Vamos a ser un gobierno austero”.

Y luego pontificaba:

“Sabemos que no es suficiente para atender todos los requerimientos. Vamos a ver cuáles son las prioridades a corto plazo con base en el programa integral. Hasta donde vaya alcanzando hay que buscar otro tipo de recursos. Vamos a trabajar que cada peso que llegue sea bien utilizado”.

Y de su salario, el edil de Coatzacoalcos refería:

“Desconozco ahorita cuál es el monto, pero sí vamos a tener un bajón. Igualmente ningún regidor o secretario de gobierno municipal puede ganar más que el presidente, ni síndico, ni ediles, ni directores. Va a ser un salario justo”.

Justísimo, su salario se incrementó. Y con él el de la élite de Morena, los allegados a la diputada Rocío Nahle García, su ama y mentora, quien orquestara su imposición desplazando a otros aspirantes a la candidatura a la presidencia municipal..

Bien pagada, la cúpula de oro de Morena congrega por igual a los pintabardas que a los ideólogos de café, a los que cuelgan propaganda que los heraldos de la cuarta transformación, a los que caminan repartiendo el periódico en que se cuentan las gestas de Andrés Manuel López Obrador que los petroleros jubilados que, auspiciados por “El Concilio”, llegan a detonar los más de mil millones de presupuesto que año con año ejerce el ayuntamiento de Coatzacoalcos.

Unos y otros, los insufribles y los incapaces, en el quinto mes de gestión, ya no saben si Morena hará historia o no. Lo que sí es su vinculación a una nómina nada austera, incrementada con la llegada del nuevo grupo en el poder, las élites de Rocío Nahle, el priismo identificado con el Clan de la Succión, los Robles-Hillman, la banda de los petroleros que fueron echados de Pemex o jubilados que viven con el discurso a medias de la no privatización.

Carranza es la antítesis del mismo Carranza. Su antecesor, el priista Joaquín Caballero, ficha 08425, percibía 2 mil pesos diarios, unos 60 mil al mes. El edil de la esperanza, ficha 39999, no sólo no bajó el sueldo sino que lo incrementó. Se le pagan 72 mil pesos mensuales, más otra partida adicional.

Protagonista como es, bullanguera como le gusta, la síndica Yazmín Martínez Irigoyen invade espacios, avasalla a regidores, asume la interlocución en los conflictos cuando el alcalde Carranza se atrinchera en su privado y se esconde en las sombras. Pero de su salario y el de su prole, nada quiere hablar.

Gana nominalmente 65 mil pesos al mes. Pero con el sobresueldo, alcanza casi 90 mil pesos mensuales.

Su nepotismo es aberrante. A su sindicatura adscribió a su esposo, Rouvier Ramírez Rodríguez, ficha 40327, quien se allegó un salario de 20 mil pesos mensuales y su confidencial. Ambos provienen el Movimiento Popular Magisterial Veracruzano.

Un hermano de la síndica, Elmer Omar Martínez Irigoyen está adscrito a la regiduría tercera, de Ángel Estrada Bernal, el señor de las tierras en el ayuntamiento de Iván Hillman. Su ficha es la 40155, con cargo de “enlace administrativo” y salario de 15 mil pesos al mes.

En promedio, cada regidor tiene adscritos empleados de confianza por alrededor de 100 mil pesos al mes, independientemente de su salario nominal que es de 55 mil pesos mensuales más el sobresueldo.

Son tres archivos de nómina. Uno detalla los salarios de Carranza y la élite de Morena, con cargo, ficha, área de adscripción. Otro compara los sueldos pagados por administración encabezada por el priista Joaquín Caballero Rosiñol con la nómina del morenista Víctor Carranza. Uno más, quizá el más explosivo, que contiene el sobresueldo del grupo en el poder, lo que ni las bases de Morena se podrían imaginar.

Haciendo historia, Morena se reparte en tajadas el pastel municipal. Su nómina se desgrana en

Una familia, los Mijares Díaz, le arrancan al erario público de Coatzacoalcos una fracción en salarios.

Tania Pamela, ex consejera electoral ante el Instituto Nacional Electoral, y ahora integrante de la Junta Municipal Electoral que provocó un auténtico caos en la elección de agentes municipales, tiene ahí a su hermana Maritza, adscrita a la Dirección de Bibliotecas, con cargo de “analista administrativa”, ficha 40846, con salario de 11 mil pesos al mes.

Su madre, Raquel Díaz Páez, es directora de Educación municipal. Fue candidata a regidora pero el criterio de no sobrerrepresentación del partido ganador la dejó fuera. Aspiró a ser candidata a diputada federal y Rocío Nahle optó por su preferida, Flor Tania Cruz.

Raquel Díaz, ficha 40169, ostenta un salario de 33 mil pesos al mes más su confidencial.

A los hermanos Pintos les va mejor. Concentran poder y dinero, influencia por encima de las bases morenistas que recorriendo calles trabajaron el voto para ganar la elección municipal.

Uno, Miguel, pese a sus constantes desatinos en cabildo, su falta de oficio, su desconocimiento de quiénes son ediles, confundiendo sus cargos, es secretario del ayuntamiento. Gana 50 mil pesos mensuales, más sobresueldo, negocios, arreglos.

El otro, Mario, pasó de la Dirección de Catastro, donde se tiene el rastreo de predios baldíos y construcciones, los que se usa y lo que está abandonado, a la tesorería municipal, las la renuncia de José Manuel Pozos Murlllo, el 3 de abril, sin explicar cómo pudo el ayuntamiento gastar 16 millones de pesos en el rumbo de Convenciones en un sólo mes, justo cuando se celebraba la Expo Feria Coatzacoalcos.

De los amigos de Carranza o los súbditos de Rocío Nahle, hay joyas que brillan solas.

Rafael Vela Valencia, director de Acción Social, percibe salario de 29 mil pesos quincenales, unos 58 mil pesos al mes.

Fernando Oscar Sandoval García, ficha 40347, “especialista técnico B” en la Dirección Deportiva Municipal, con salario de 40 mil pesos al mes. Su superior jerárquico, Tomás Téllez Blanco, siendo director gana 33 mil pesos mensuales.

Esmeralda Mora, que fuera suplente de Rocío Nahle en la derrota por la diputación federal en 2012, y que perdiera la alcaldía de Nanchital en 2017, no reúne los requisitos para ser directora del Instituto Municipal de la Mujer, pero ahí la tiene su mentora y madre política, usurpando un cargo al que no tiene derecho y que el mismo cabildo rechazó. Gana 45 mil pesos al mes.

Aquellos de las extravagancias, Rafael Olaf López Blanco, ficha 40263, y José Ángel Echevarría Escamilla, ficha 40200, también tienen premio.

Rafael Olaf, con categoría de Especialista Técnico A y salario de 20 mil pesos al mes. Es de los que mueven a Morena en las redes sociales. Es el de la tanga con rostro de ratoncito —tapándole aquellito— sobre el uniforme de Pemex.

Y así José Ángel Echevarría Escamilla, secretario particular del alcalde Víctor Carranza, adscrito como “director” de la presidencia municipal con salario de 30 mil pesos al mes. Es el que suele sentarse en la silla del presidente municipal.

Más que ediles, becarios, dos regidores priistas pasan los días entre el silencio y la aprobación de cuanto se le pueda ocurrir al alcalde Carranza. Son Oliver Damas de los Santos, ex secretario de Gobierno con Joaquín Caballero Rosiñol, y Felipe Rodríguez Gallegos, hermano del ex secretario de Gobierno de Marcelo Montiel en la alcaldía de Coatzacoalcos de 2008 a 2010.

Oliver Damas tiene un séquito de nueve empleados, incluidos Hansel y Grethel y no son del cuento de los hermanos Grimm. Hansel y Grethel Torea Uscanga son enlaces administrativos en la regidora sexta con salario de 7 mil y 14 mil pesos al mes respectivamente.

Otro del séquito de Oliver Damas con buena estrella es Jared Jacinto, y sobresale en salario. Antes era chofer y ahora gana 22 mil 680 pesos al mes, mientras el resto de los empleados si acaso la mitad.

Felipe Rodríguez cuenta con una corte de 10 empleados. Uno de 20 mil pesos mensuales; los otros entre 8, 10 y 12 al mes. Uno, Federico Lagunes Santos, hijo de Pulgoso Lagunes, el periodista mancebo del fidelismo y el duartismo; otra, Martha Herrera; una más, Gabriela Téllez, del equipo compacto de su hermano, el ex secretario de Gobierno, Víctor Rodríguez Gallegos.

Hay lacayos por doquier en el ayuntamiento morenista, disparando la nómina, incrementando el gasto corriente y echando por tierra los alardes de austeridad del alcalde Víctor Carranza.

Hay centenares de empleados a quienes con recursos públicos se les paga su trabajo electoral, sus días moviendo el voto para Morena, impulsando el lopezobradorismo, como actúan las estructuras priistas y lo poco que tiene el PAN.

Son los clanes que se sirven las tajadas grandes del pastel. Son la esperanza que, dicen, hará historia.

 

Continuará

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