Share

 

“Grave es el peso de la propia conciencia.” – Marco Tulio Cicerón.

 


 

Cuando el pasado 23 de enero amables lectoras y lectores, abordamos un tema de la relación de Enrique Peña Nieto, Fidel Herrera, Javier Duarte con la empresa brasileña Odebrecht, muchos pensaron que el tema, quizá era desproporcionado, que buscaba sacar de contexto lo que sucedía en Veracruz, con la intensión de poder distraer la atención a hechos que apuntaban a un escándalo mayúsculo por el asunto de la posible falsificación de medicamentos en el Centro de Cancerología “Miguel Dorates Mesa” el cual se habría empleado, como una política pública regular, en ese afán desmedido por robar, robar y seguir robando que las últimas dos administraciones priistas dejaron en la entidad.

Pero nada más falso, las aseveraciones por las que Herrera Beltrán debió renunciar al Consulado Mexicano en Barcelona comienzan a tomar sentido, en relación a esas afirmaciones.

Fidel Herrera, habría sido el operador para que el consorcio más importante de Brasil invirtiera en México, y de paso, aportara la garantía que habría de servirle al oriundo de La Cuenca para poder transitar sin menos cabo de nada, rumbo a una relajada conclusión de su carrera política, ya fuera como un embajador o como un posible “Consigliere” dentro de esa “Mafía” que representan los grupos políticos y los partidos en la democracia de nuestro país.

El tema vuelve a surgir resultado de una serie de investigaciones que hicieran autoridades norteamericanas respecto al manejo y operación de la empresa brasileña en México.

Y es que apenas este miércoles investigaciones periodísticas apuntaron que mucho antes de que en diciembre de 2016 en una corte de Nueva York se supiera que Odebrecht había pagado millonarios  sobornos a funcionarios mexicanos, ya se habían detectado un cúmulo de irregularidades en la relación de la constructora brasileña con PEMEX, como sobrecostos, incumplimientos en contratos, asignaciones directas y, sobre todo, pagos ilegales.

Según el portal Animal Político, pese a que desde 2010 se detectaron estas anomalías, la empresa paraestatal adjudicó directamente en los años siguientes cuatro contratos por más de mil 574 millones de dólares a Odebrecht y a sus filiales Mina-Trico y Ebramex, según consta en documentos obtenidos para esta investigación por medio de solicitudes de acceso a la información.

Además, PEMEX canceló inversiones propias para cederle a Odebrecht el negocio del etileno, cuyos usos más conocidos han sido para la fabricación de plásticos. Las condiciones de este contrato son un secreto y permanecerán así por 20 años. Sin embargo Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) obtuvo una copia del contrato, confirmando que esa operación representó un negocio de al menos dos mil 500 millones de dólares.

En el que el propio Fidel Herrera Beltrán habría jugado un papel crucial, pues desde su visita aquella nación el 18 de mayo del 2010, se comenzó a tejer el entramado que lo coloca en medio de todo este escándalo, que apenas comienza a salir a la luz.

Paradójicamente a la entrega este día del Informe de la Cuenta Pública 2015 por parte del titular de la Auditoria Superior de la Federación (ASF), Juan Manuel Portal ante legisladores de la Cámara de Diputados Federal, se supo que esa misma dependencia habría detectado desde 2010, y en forma consecutiva en los años siguientes, múltiples irregularidades en los contratos otorgados a Odebrecht, pero esas banderas rojas no provocaron investigaciones inmediatas por parte del gobierno de Felipe Calderón ni de su sucesor, Enrique Peña Nieto. Tampoco se promovieron acciones penales contra el poderoso consorcio. Por el contrario, los contratos a su favor se multiplicaron.

Extrañamente fue justo en el año en que la ASF descubrió las primeras anomalías cuando fluyeron los sobornos a Odebrecht, según han admitido ejecutivos de la constructora brasileña ante una corte federal en Nueva York. En su confesión, rendida el 21 de diciembre de 2016, reconocieron haber pagado 10.5 millones de dólares a funcionarios mexicanos entre 2010 y 2014, a cambio de contratos.

En febrero de 2011, la ASF entregó al órgano interno de control de PEMEX una relación de las anomalías que un año antes había descubierto en la obra de la reconfiguración de la refinería de Minatitlán, en Veracruz.

En los tres años siguientes, el órgano fiscalizador encontró más anomalías en la misma obra, pero PEMEX nunca promovió sanciones contra la empresa.

Por ejemplo, el costo de esa obra se disparó 66%, pues el contrato original otorgado a Odebrecht fue por 634.9 millones de dólares y al final le pagaron 1,055 millones de dólares. Además la constructora entregó la obra con 5 años de retraso; se había pactado finalizar en 2008 y se concluyó hasta 2013.

La ASF –el órgano vinculado a la Cámara de Diputados que vigila el uso del erario- documentó cómo fue que desde 2010 PEMEX avaló estos sobrecostos e incumplimientos.

Por ejemplo: entre 2010 y 2012, Odebrecht logró que el gobierno de Felipe Calderón les pagara 191 millones de dólares adicionales para concluir la obra en Minatitlán y PEMEX le pagó otros 25 millones de dólares por 40 contratos complementarios otorgados sin licitación.

Según refiere Animal Político, la contratista exigía pagos y contratos adicionales, con el argumento de que sus costos se habían elevado por modificaciones en las condiciones establecidas en las bases de licitación. Su reclamo fue turnado a la Secretaría de la Función Pública (SFP), quien realizó 19 audiencias conciliatorias, en las que PEMEX, todas y cada una de las veces, cedía a favor de la empresa brasileña.

De igual modo, en la revisión de dos contratos, los auditores descubrieron que PEMEX había formalizado de manera improcedente dos convenios modificatorios para incluir una cláusula de anticipo por 38 millones 691 mil dólares a favor de Odebrecht y sus asociados.

En opinión de la ASF, el anticipo “concede beneficios económicos a la contratista”, pues ese dinero nunca fue considerado en las bases de licitación ni en los contratos firmados.

En el año en que PEMEX le concedió este beneficio económico, Odebrecht incurrió en el pago de sobornos que le redituaron ganancias en contratos por 39 millones de dólares, según sus ejecutivos. No obstante, sus ganancias en realidad fueron mucho mayores.

Las investigaciones de la ASF descubrieron más contratos irregulares. En uno de ellos (ROPA02709P), por ejemplo, pagaron un millón 520 mil dólares para trabajos extraordinarios que no se hicieron en Minatitlán. Lo mismo ocurrió en otros dos contratos (ROPA02909P y ROPA 02809P), por los que PEMEX pagó por duplicado o en exceso 508 mil dólares.

Los auditores también determinaron que un pago por 32 millones de dólares realizado en 2010, por mayor permanencia de trabajadores, debido a un aplazamiento de la obra y por un incremento en el costo del personal del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, cuyo líder es el controvertido Carlos Romero Deschamps, “no está debidamente acreditado, ya que el soporte documental correspondiente presenta inconsistencias”.

De igual manera se ha podido confirmar por parte de la investigación de MCCI que PEMEX recurrió a una compleja red de empresas subsidiarias en paraísos fiscales para eludir licitaciones y ocultar contratos multimillonarios que ha asignado directamente a Odebrecht.

Casos como el del gasoducto Los Ramones, que va de Nuevo León a San Luis Potosí, con una longitud de 447 kilómetros que originalmente, sería entregado por licitación internacional, fue declarado “desierto” en el concurso y desde octubre de 2013 sentaron las bases para que PEMEX asignará ese contrato por mil 200 millones de dólares a Odebrecht, quien creó un consorcio ex profeso llamado AOT.

Ya con el negocio en la bolsa Odebrecht y a sus socios, PEMEX recurrió a una intrincada red de empresas filiales creadas en las Islas Vírgenes, en Islas Caimán y en Holanda, según constató MCCI.

A través de esa red, PEMEX ha logrado ocultar más contratos otorgados a Odebrecht para desarrollar el gasoducto transfronterizo de Quetzal, que enlazará al sur de México con Guatemala.

Entiende ahora para que vino Fidel Herrera de nueva cuenta a México. Eso de que prepara su defensa contra sus detractores y calumniadores es mera llamarada de petate, el presidente está en la mira de los órganos de fiscalización y el riesgo muy alto.

 

Al tiempo.

 

[email protected]

Twitter: @LuisBaqueiro_mx

more related posts