Coatzacoalcos, Ver.- Abraham Morales Trinidad, alias “El Doble Cero” o simplemente “00”, uno de los objetivos criminales prioritarios del sur de Veracruz, fue capturado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y trasladado este miércoles a Coatzacoalcos, donde enfrenta cargos por el asesinato de una empresaria y de un agente de Tránsito municipal. La Fiscalía lo señala como segundo jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en esa región.
El operativo para detenerlo, realizado con apoyo de fuerzas federales y estatales, culminó tras semanas de búsqueda y una recompensa de 350 mil pesos que el gobierno de Rocío Nahle había ofrecido a quien brindara información sobre su paradero. La orden de aprehensión se cumplimentó en la capital chiapaneca, y su presentación ante un juez fue bajo el proceso penal 161/2025. Se le imputó el delito de homicidio doloso calificado, y permanecerá en prisión preventiva oficiosa.
Los crímenes que se le atribuyen sacudieron a la sociedad porteña. Primero, el asesinato de un elemento de Tránsito ocurrido dentro de una tienda Oxxo, a plena luz del día. Luego, el feminicidio de la empresaria Suandy Erika Baeza Mayo, propietaria de los bares “Mezcalito” y “La Quinta”, y pareja sentimental del agente de Tránsito ejecutado semanas antes. La empresaria habría sido “levantada” y llevada a una casa de seguridad en Minatitlán, donde fue asesinada por presuntamente negarse a pagar una cuota de extorsión exigida por “El Doble Cero”.
Las autoridades lo acusan también de estar al frente de operaciones de narcomenudeo, secuestro y cobro de piso en los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque. La ejecución de ambos crímenes se habría dado en medio de una escalada de violencia que el CJNG impuso para mantener el control territorial de sus rutas y negocios.
Desde el pasado 10 de junio, espectaculares con su rostro comenzaron a aparecer en las principales avenidas de Coatzacoalcos. Con letras mayúsculas, la leyenda ofrecía la recompensa a cambio de datos para su localización. Su captura representa un golpe simbólico para las autoridades estatales, aunque la estructura criminal que dirigía sigue activa en el sur del estado.
