Ciudad de México.- La marcha de la Generación Z en Colima terminó con dos heridos, el portón del Palacio de Gobierno derribado y quemado, y su fachada grafiteada, resaltando una creciente desafección hacia las autoridades por parte de sectores juveniles que exigen atención en seguridad, justicia y salud.
El acto, originalmente pacífico, se vio empañado por estos eventos, llevando a que parte de los asistentes, unas 2 mil personas, se retiraran en desacuerdo con el método violento.
Esta no es la primera vez que el portón del Palacio es objeto de destrucción, similar a las manifestaciones del Día Internacional de la Mujer en años recientes. Los manifestantes de la marcha partieron desde el jardín Núñez, coreando consignas de demanda de justicia y seguridad, hasta llegar al Palacio donde guardaron un minuto de silencio por dos líderes locales asesinados.
A lo largo de la protesta, los jóvenes, en su mayoría vestidos de blanco, exigieron respuestas y cumplimiento de promesas de campaña de los gobiernos estatal y federal. Las demandas incluían mejoras en seguridad y atención a la salud, además de rechazos enfáticos a cualquier manipulación política, cantando “¡No somos bots!” como respuesta a declaraciones oficiales.
La situación escaló con la intervención policial que, intentando detener el vandalismo, dispersó a los encapuchados con polvo de extinguidor. Tras la caída del portón incendiado, las fuerzas de seguridad incrementaron la represión, lo que fue criticado por algunos manifestantes que denunciaron agresiones a mujeres jóvenes. Hasta el momento, el gobierno estatal no ha emitido un comunicado oficial sobre los incidentes.
