
NEW YORK, NEW YORK - SEPTEMBER 23: U.S. House of Representatives, The Hon. Mike Waltz attends the 2024 Concordia Annual Summit at Sheraton New York Times Square on September 23, 2024 in New York City. (Photo by Riccardo Savi/Getty Images for Concordia Summit)
Washington, DC.- En un endurecimiento de su postura frente a los grupos del crimen organizado y la migración indocumentada, el gobierno de Estados Unidos advirtió que desplegará toda su capacidad operativa para erradicar a las organizaciones criminales transfronterizas.
El asesor de seguridad nacional de Trump, Mike Waltz, lanzó una advertencia directa: “Vamos a abrir las puertas del infierno contra los cárteles”.
Tom Homan, exdirector interino de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) y actual asesor en seguridad fronteriza del expresidente Donald Trump, aseguró que su administración está determinada a “eliminar por completo” a estos grupos y a quienes colaboren con ellos.
“Va a borraros de la faz de la tierra. No solo a ellos, sino a cualquiera que les ayude, a cualquiera que venda drogas en la calle, a cualquiera que ayude a estos cárteles de cualquier forma”, señaló.
Durante su intervención en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), realizada en las inmediaciones de Washington D.C., Homan destacó que, en el primer mes del nuevo gobierno de Trump, la cantidad de migrantes que ingresan de manera irregular a Estados Unidos disminuyó en 95 por ciento, pasando de mil 800 personas en 2023 a solo 48 diarias.
“Tenemos 3 mil 200 kilómetros de frontera y solo 48 personas escaparon. Pero son 48 de más. No estaré contento hasta que esa cifra sea cero”, afirmó el asesor.
Militarización de la frontera y designación de terroristas
El exfuncionario adelantó que el gobierno estadounidense planea reconfigurar la estrategia del ICE, con un aumento en la cantidad de agentes desplegados y un enfoque más agresivo en la persecución de migrantes con antecedentes penales.
En este sentido, Homan reiteró que en el primer mes de la nueva administración se detuvo a 21 mil personas en situación irregular y advirtió que la meta es erradicar por completo a grupos como el Tren de Aragua y otros vinculados al crimen transnacional.
Destino, Guantánamo
“No vamos a parar hasta que cada miembro de pandillas criminales extranjeras y cada traficante de drogas sea enviado a Guantánamo, donde pertenece”, aseguró.
En línea con este discurso, el gobierno estadounidense formalizó la designación de diversos cárteles mexicanos como organizaciones terroristas internacionales, entre ellos el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel de Sinaloa, el Cártel del Golfo, la Familia Michoacana y Cárteles Unidos.
La medida, que se publicó en el Registro Federal a través del Departamento de Estado, abre la puerta para el uso de herramientas de combate al terrorismo contra estos grupos, incluyendo sanciones económicas y, eventualmente, operativos militares.
Escalada de tensión y amenazas de acción militar
El asesor de seguridad nacional de Trump, Mike Waltz, lanzó una advertencia directa: “Vamos a abrir las puertas del infierno contra los cárteles. Basta ya”, en referencia a una posible intervención más agresiva en la frontera.
En esta línea, el empresario Elon Musk respaldó públicamente la postura del gobierno al señalar que estos grupos “son elegibles para ser atacados con drones”, lo que ha generado especulaciones sobre posibles operativos de carácter militar en territorio mexicano.
Por su parte, el jefe del Comando Norte del Ejército estadounidense, Gregory Guillot, confirmó que se han incrementado los vuelos de recolección de inteligencia sobre los movimientos de los cárteles.
“Los aviones estadounidenses están obteniendo información estratégica para que los mandos puedan decidir cómo actuar cuando sea el momento”, sostuvo.
La administración Trump justifica estas medidas con base en la Ley de Inmigración y Nacionalidad, argumentando que las organizaciones delictivas representan una amenaza a la seguridad nacional, la política exterior y los intereses económicos de Estados Unidos.
Frente a este escenario, el gobierno mexicano no ha emitido una postura oficial, aunque el tema se perfila como un nuevo punto de tensión en la relación bilateral.