
Washington, DC.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este lunes la nominación de Terry Cole como nuevo director de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). Se trata de un veterano con más de dos décadas de experiencia en la agencia, donde participó en operaciones en México, Colombia y Afganistán.
El nombramiento de Cole supone un giro en la estrategia de la DEA en un momento en que el combate al narcotráfico se encuentra en el centro de las tensiones entre Washington y sus socios en América Latina. Hasta ahora, el funcionario se desempeñaba como secretario de Seguridad Pública del estado de Virginia, un puesto en el que ha liderado 11 agencias estatales y supervisado a más de 19.000 empleados.
Trump anunció la nominación a través de su red social, Truth Social, donde elogió la trayectoria de Cole y destacó su papel en la lucha contra el crimen organizado transnacional. “Juntos salvaremos vidas y haremos que Estados Unidos sea otra vez seguro. ¡Felicitaciones, Terry!”, escribió el presidente.
Un nombramiento con implicaciones en América Latina
La designación de Cole llega en un momento clave. Su antecesora, Anne Milgram, dirigió la DEA durante la presidencia de Joe Biden (2021-2025), en un periodo marcado por el auge del tráfico de fentanilo, una crisis que Washington atribuye a los cárteles mexicanos y a la entrada de precursores químicos desde China.
México, que ha mantenido una relación tensa con la DEA en los últimos años, ha reiterado que no permitirá la injerencia de agentes extranjeros en su territorio. La propia presidenta Claudia Sheinbaum negó recientemente que su Gobierno haya solicitado colaboración de la agencia antidrogas para combatir al crimen organizado, aunque reiteró su disposición a cooperar bajo los términos del T-MEC.
Cole, que se formó en el Instituto Tecnológico de Rochester (Nueva York) en Artes Liberales y Justicia Penal, tendrá como reto inmediato fortalecer la lucha contra el narcotráfico, un tema central en la agenda de Trump de cara a su segundo mandato.
Con su nombramiento, la Casa Blanca deja claro que la DEA seguirá siendo un actor clave en la política de seguridad de Estados Unidos, con un foco puesto en el tráfico de drogas que involucra a México y América Latina.