Xalapa, Ver.- La voz de Estela Casados resonó con fuerza en el espacio del Observatorio Universitario de Violencia contra Las Mujeres, una voz impregnada del lamento y la urgencia de quien ve lo inaceptable multiplicarse. En el primer semestre del 2025, 30 feminicidios sesgaron vidas en la geografía dolorosa de Veracruz.
Entrevistada por la empresa radiofónica XEU, se detuvo en cada nombre de las ciudades que como cicatrices en el mapa, editaban la historia de su estado: Coatzacoalcos, Acayucan, Minatitlán, Las Choapas, Nanchital, Agua Dulce. Lugares marcados por el infortunio, donde la violencia contra las mujeres adquiere una resonancia inquietante en la comunidad.
“Del total de feminicidios en estos meses, el sur de Veracruz lleva la carga más pesada”, señaló contundente Casados.
Durante enero y febrero, el Secretariado Ejecutivo solo reconocía un caso de feminicidio. Pareciera que los números oficiales son sombras escurridizas, difíciles de asir verdaderamente.
Sin embargo, el Observatorio Universitario expuso una verdad más brutal: cuatro en enero, tres en febrero, siete en marzo, tres en abril, seis en mayo, siete en junio. Una escalada de violencia que no se puede fingir ignorar.
La sociedad, dice Casados, debe alzar la voz. Sin el clamor ciudadano, los lamentos no se convertirán en cambios. La indiferencia es el peor de los cómplices.
“No esperen a que el dolor toque a su puerta”, apela en un llamado que trasciende el micrófono y la estadística, porque la urgencia es inevitable y cada cifra es una vida truncada, un grito que reclama solución.
