
ESPECIAL
Acultzingo, Ver.- Cinco cuerpos fueron encontrados en una cueva en la zona alta de Acultzingo. El hallazgo ocurrió el sábado por la tarde, cuando pobladores dieron aviso a las autoridades sobre restos humanos en un punto conocido como “Camino del Mesón”.
Efectivos de la Sedena, la Guardia Nacional y la Policía Estatal llegaron al sitio junto con peritos forenses y agentes de la Fiscalía Regional de Orizaba. Tras una inspección inicial, confirmaron la presencia de los cadáveres.
Los buscan, los encuentran, los olvidan
Los cuerpos fueron recuperados entre la noche del sábado y la mañana del domingo. Hasta ahora, la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha informado sobre las identidades ni las circunstancias en que fueron localizados.
Colectivos de búsqueda, acostumbrados a la incertidumbre, exigen respuestas. “Nos dicen que esperemos, pero mientras, nuestros desaparecidos siguen en el abandono”, lamentó una madre buscadora.
Exterminio en las montañas
La cueva se encuentra a unos cuatro kilómetros de la carretera que conecta Acultzingo con la comunidad de Vaquería. La zona ha sido identificada como un punto de operación de grupos delictivos.
Autoridades investigan si el sitio era usado por células ligadas a El Bukanas, un viejo conocido de la región que sigue prófugo.
El hallazgo recuerda otros escenarios de terror. Apenas hace unos días, en Teuchitlán, Jalisco, se descubrió un rancho utilizado como campo de exterminio. Un mismo patrón en diferentes estados: fosas, cuerpos, silencio.
Nada termina
Peritos especializados y agentes ministeriales continúan con la búsqueda en la zona, ante la posibilidad de más restos. Los cuerpos fueron trasladados al Semefo de Orizaba y luego al Centro de Identificación Genética en Nogales.
Mientras tanto, el perímetro sigue resguardado por fuerzas de seguridad. Y las familias, una vez más, esperan respuestas que nunca llegan.