Singapur.- Osmar Olvera Ibarra dio un salto histórico en Singapur. El clavadista mexicano se convirtió en el primer varón del país en ganar oro en una prueba olímpica desde el trampolín de 3 metros en un Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos, una hazaña sin precedentes.
La presea dorada llegó tras una actuación impecable que sumó 529.55 puntos, suficientes para romper el dominio de China, que tuvo que conformarse con la plata y el bronce: Yuan Cao (522.70) y Zongyuan Wang (515.55).
Olvera, que ya había brillado en los Juegos Olímpicos de París 2024 con dos medallas, firmó en Singapur su consagración definitiva. En la quinta ronda, logró la única ejecución por encima de los 100 puntos del torneo, gracias a un salto de cuatro vueltas y media al frente, con grado de dificultad 3.8, calificado con 102.60 unidades.
El salto lo catapultó al primer lugar del podio y silenció a la potencia asiática, habituada a arrasar en esta disciplina. En una justa marcada por el dominio técnico, la precisión del mexicano fue el diferencial.
Con este oro, el mexicano alcanzó ocho medallas en mundiales, consolidándose como el máximo ganador histórico de preseas para México en campeonatos de la Federación Internacional.
Cuatro de esas medallas las conquistó en esta edición de Singapur 2025, confirmando que su momento no es casualidad, sino el resultado de una preparación calculada y sostenida.
La hazaña de Olvera también empata lo conseguido por Paola Espinosa, quien hasta ahora era la única mexicana con un oro mundial en clavados, logrado en Roma 2009 desde la plataforma.
México suma ya seis preseas en el Mundial de Singapur: cinco en clavados —con Olvera como figura central— y una más de bronce en natación artística, conseguida por Diego Villalobos en solo técnico.
El nombre de Osmar Olvera no sólo resuena por sus logros, sino por el mensaje que envía a una federación marcada por recortes, omisiones y abandono institucional.
La historia de este triunfo no se entiende sin el contraste: un atleta que entrena con recursos limitados logra vencer a competidores respaldados por un aparato estatal poderoso como el chino.
