Xalapa, Ver.- Las inundaciones en Poza Rica se deben a negligencia institucional y obras inconclusas para contener el desbordamiento del río Cazones, señala Igavim, en un contexto de alarmas ignoradas y medidas preventivas insuficientes.
El Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim) enfatizó que a pesar de numerosos estudios técnicos y declaratorias de emergencia, las acciones preventivas han sido limitadas.
El pasado 10 de octubre, el río Cazones se desbordó alcanzando más de 7.3 metros de altura, lo cual afectó áreas críticas como Las Granjas, Palma Sola, Morelos y la colonia Nacional. Estos eventos resultaron en la evacuación de decenas de familias. El desastre dejó 29 muertos, 16 mil viviendas damnificadas y 42 comunidades incomunicadas, lo cual llevó a trasladar a más de 700 personas hacia refugios temporales.
Históricamente, el riesgo no es nuevo para Poza Rica; específicamente, en 1999 el río alcanzó los 14.5 metros. Desde esa gran inundación, se han realizado 32 declaratorias de emergencia entre 2001 y 2021, y huracanes sucesivos han seguido demostrando la carencia de obras efectivas. El Atlas de Riesgos 2023 establece que 22 mil personas viven en áreas de mucho peligro, no obstante, los esfuerzos de mitigación siguen siendo exiguos.
La crítica del Igavim abarca la continua falta de inversión y cooperación entre los diferentes niveles de gobierno, lo cual ha llevado a la vulnerabilidad permanente de la población. La necesidad de infraestructura sólida es urgente para evitar que estas trágicas situaciones se repitan cada temporada de lluvias. “Poza Rica merece más que promesas; necesita soluciones concretas y permanentes”, concluye el Instituto.
