Ciudad de México.- Las autoridades mexicanas han solicitado más de 200 órdenes de aprehensión contra funcionarios de aduanas, militares y empresarios, implicados en el contrabando de combustible, conocido como huachicol fiscal, tras descubrirse un sofisticado sistema de contrabando en diversas aduanas del país.
En un esfuerzo conjunto de la Agencia Nacional de Aduanas de México y la Fiscalía General de la República (FGR), han salido a la luz más de 200 solicitudes de órdenes de aprehensión contra presuntos implicados en la red de contrabando de combustible, mejor conocido como huachicol fiscal. Este sofisticado sistema, que durante años ha permitido el ingreso ilegal de combustible al país, involucra no solo a personal civil de las aduanas, sino también a militares y empresarios de alto perfil.
Figuras destacadas en este entramado son el exgobernador de Baja California, Ernesto Ruffo Appel, quien junto con su empresa Ingemar, S.A. de C.V., está bajo investigación por su supuesto papel en el contrabando de millones de litros de huachicol. A pesar de las acusaciones, Ruffo Appel ha declarado estar dispuesto a colaborar con las autoridades, asegurando que su empresa no tiene ninguna implicación en actividades ilegales, atribuyendo la responsabilidad a intermediarios comerciales autorizados por el gobierno.
Las investigaciones de la FGR apuntan a un modus operandi que incluye el uso de buques y carrostanques para introducir el combustible sin el debido pago de impuestos, bajo la fachada de entrar al país como aditivos para productos químicos. Este esquema ilegal ha llevado a la captura de varios funcionarios, intentando desmontar la estructura de corrupción que ha facilitado estas operaciones fraudulentas.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana también ha participado en el desmantelamiento de esta red, logrando la detención de marinos en activo y retirados, empresarios y exfuncionarios de aduanas. Operativos realizados en puertos clave como el de Tampico han resultado cruciales para descubrir estas actividades, revelando un problema sistémico que ha llamado la atención no solo de las autoridades mexicanas, sino también de agencias de inteligencia estadounidenses.
