
Los intentos del Gobierno mexicano por evitar los nuevos aranceles de Estados Unidos sobre el acero y aluminio quedaron en el aire. A partir de la medianoche del miércoles, entrará en vigor un impuesto del 25% a las importaciones de estos metales y sus derivados. México, que apostaba por quedar exento, no logró persuadir a Washington.
Las negociaciones encabezadas por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, no fueron suficientes. La administración de Donald Trump decidió endurecer su postura comercial y eliminar cualquier tipo de excepción. Canadá y Australia, que en su primer mandato lograron librar la medida, también quedaron fuera esta vez.
El impacto se sentirá en una larga lista de productos: autos, electrodomésticos, estructuras de construcción, latas, puertas y ventanas. Según datos de 2024, México exportó 34,830 millones de dólares en productos sujetos a estos aranceles, solo por debajo de China. La presión inflacionaria es inminente.
Desde Palacio Nacional, el Gobierno de Claudia Sheinbaum tiene previsto dar una respuesta este miércoles. Hasta ahora, el mensaje ha sido de calma, pero la realidad es que la medida golpea de lleno a la industria mexicana. El subsecretario de Comercio Exterior, Luis Rosendo Gutiérrez, lo dejó entrever en un mensaje en redes sociales que poco después eliminó: “Estados Unidos ha vuelto al proteccionismo comercial”.
La decisión de Washington se ampara en la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que permite imponer restricciones comerciales si se considera que las importaciones amenazan la seguridad nacional. Con este argumento, Trump ha decidido no solo aumentar los aranceles al aluminio, sino eliminar todas las exenciones de país y extender la medida a más productos.
México enfrenta ahora una realidad que cambia las reglas del comercio bilateral. La competitividad y el precio parecen haber pasado a segundo plano. En el nuevo tablero económico, la seguridad nacional es la carta con la que juega Estados Unidos, y eso podría alterar profundamente el modelo comercial que México ha construido en las últimas tres décadas.