Ciudad de México.- Cientos de jóvenes salieron a las calles de la Ciudad de México para manifestarse contra la violencia y a favor de la paz, pero la marcha fue detenida por un fuerte despliegue policial antes de llegar al Zócalo capitalino, generando un intenso debate sobre el derecho a la protesta.
Este hecho recordó a los presentes la preocupante tendencia de violencia hacia figuras políticas en México, lo que motivó las protestas en el centro de la Ciudad de México.
Los manifestantes, quienes clamaban por la paz y la justicia en el país, también expresaron su solidaridad con causas internacionales como Palestina y cuestiones locales como la reivindicación de la jornada laboral de 40 horas. Algunos llevaban carteles en memoria de Carlos Manzo, declarando “Nació para ser héroe, murió para ser historia”, en clara alusión a la creciente inseguridad que se vive.
La marcha partió del Ángel de la Independencia y pretendía llegar al Palacio Nacional, pero fue interceptada por un contingente de más de 100 policías equipados con cascos y equipo antidisturbios en el Eje Central. A pesar de las tensiones, las autoridades aseguraron que la manifestación transcurrió de manera ordenada, sin incidentes mayores.
El gobierno de la ciudad informó que el despliegue de uniformados, el cual incluyó a 200 elementos de la Policía Metropolitana y de Control de Tránsito, se llevó a cabo para asegurar un acompañamiento pacífico y prevenir conflictos, apuntando a mantener un diálogo abierto con los participantes en aras de un desarrollo ordenado de la jornada.
