Washington, D.C.- En tono de advertencia, la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, incluyó a México en la lista de países considerados “adversarios” por el gobierno de Donald Trump. En una comparecencia ante un subcomité del Senado, la funcionaria afirmó que México y Canadá están bajo revisión por su implicación en el tráfico ilícito hacia territorio estadounidense, particularmente en lo relacionado con drogas y crimen organizado.
“Trump lo ha dicho alto y claro: ¡No nos dejaremos intimidar y mantendremos a Estados Unidos seguro! No solo de Irán, sino también de Rusia, China y México, de cualquier adversario extranjero”, soltó Bondi en su intervención ante el Subcomité de Asignaciones del Senado, durante la discusión del presupuesto del Departamento de Justicia para 2026.
El mensaje no pasó desapercibido. México fue mencionado en el mismo nivel que potencias como China o enemigos históricos como Irán —inmerso recientemente en un conflicto bélico conocido como la Guerra de los 12 Días—, lo que marca un nuevo escalón en la narrativa del gobierno de Trump contra su vecino del sur.
La declaración surgió como respuesta al senador republicano Lindsey Graham, quien preguntó si la administración se dejaría intimidar por el régimen iraní. Bondi respondió que no cederán ni ante Irán ni ante ningún otro actor que ponga en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos, “ya sea que intenten matarnos físicamente o con sobredosis a nuestros hijos”.
La inclusión de México en ese discurso no es casual. Viene en medio de una ofensiva legal y financiera de Washington contra bancos, casas de bolsa y redes empresariales mexicanas acusadas de lavar dinero del narcotráfico, particularmente ligado al tráfico de fentanilo, sustancia que ha desatado una crisis sanitaria en el país vecino.
El endurecimiento del tono por parte de la fiscal general refuerza la línea de Trump: militarizar la frontera, sancionar a cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, y ahora, colocar a México como parte de una lista negra. Un giro que anticipa tiempos aún más tensos entre ambos países.
