Ciudad de México.- El nombramiento de Hugo López-Gatell como representante de México ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) desató una fuerte polémica en el Senado de la República, donde legisladores de la oposición lo calificaron como “una vergüenza nacional”, mientras que los senadores de Morena lo defendieron como un reconocimiento a su trayectoria.
Desde el PRI, la senadora Claudia Anaya fue contundente al criticar la designación y recordar el papel del exsubsecretario de Salud durante la pandemia de COVID-19:
“Fue un desastre. Su gestión dejó una de las tasas de mortalidad más altas del mundo. Hoy es una burla que se le premie con una representación internacional, habiendo tantos médicos preparados, con ética y experiencia”, declaró.
Por su parte, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, se sumó a los señalamientos y acusó que la estrategia sanitaria del gobierno provocó “más de 800 mil muertes evitables”:
“Este nombramiento no representa al país, representa el fracaso. Es una salida decorosa disfrazada de reconocimiento”, escribió en sus redes sociales.
Las críticas se enfocaron en lo que los partidos opositores consideran un “premio inmerecido” al responsable de decisiones sanitarias polémicas durante la crisis sanitaria, como la minimización del uso del cubrebocas, la falta de pruebas masivas y las contradicciones públicas sobre las medidas de prevención.
En contraste, desde la bancada de Morena defendieron la decisión tomada por la presidenta Claudia Sheinbaum. La senadora Martha Lucía Micher aseguró que el desempeño de López-Gatell respondió a un contexto global sin precedentes:
“Fallaron cosas, sí. Pero no fue solo aquí, fallaron en todo el mundo. No se trata de buscar culpables, sino de entender las causas”.
A su vez, el senador Saúl Monreal sostuvo que México tuvo uno de los manejos sanitarios “más responsables”, y que la designación ante la OMS es una oportunidad para “seguir representando al país en temas clave de salud pública”.
Desde la presidencia del Senado, Gerardo Fernández Noroña también respaldó el nombramiento y calificó a López-Gatell como un “compañero excepcional”.
Pese a las divisiones, el tema dejó al descubierto que la figura del epidemiólogo sigue siendo altamente polarizante. Para Morena, es un técnico capaz; para la oposición, es un símbolo del mal manejo de la pandemia.
Ahora, López-Gatell representará a México en el máximo organismo de salud del mundo, con el respaldo del oficialismo… y bajo el escrutinio de quienes exigen cuentas por los errores del pasado.
