
Ciudad de México. – La respuesta no tardó en llegar. Tras la publicación de un oficio por parte de la Fiscalía General de Estados Unidos instruyendo la “eliminación total de los cárteles” mexicanos, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, endureció su tono y exigió que Washington atienda primero los problemas en su propio territorio antes de señalar a su país.
“Empiecen por su país. Nosotros, claro que vamos a coordinarnos, a colaborar. Como lo dije el 5 de febrero, nunca subordinación ni injerencia. Es coordinación”, afirmó la mandataria en su tradicional conferencia matutina.
El documento del Departamento de Justicia estadounidense ha generado un aluvión de reacciones tanto en la política mexicana como en la comunidad internacional. En él, Washington plantea una estrategia de intervención directa para desmantelar las organizaciones criminales transnacionales, lo que ha sido interpretado por algunos sectores como un riesgo de injerencia en la política de seguridad mexicana.
Sheinbaum no esquivó el tema y lanzó una serie de preguntas retóricas que apuntan a las responsabilidades de Estados Unidos en la crisis del narcotráfico. “Ellos tienen mucho que hacer en su país. ¿Cómo es que llega el fentanilo o cualquier otra droga a su territorio? ¿Quién vende la droga en las ciudades de Estados Unidos que ha provocado tanta tragedia? ¿Dónde va el dinero de la venta de esa droga? ¿Cómo es que hay armas en México de uso exclusivo del ejército estadounidense? ¿Quién las vendió? ¿Cómo llegaron a nuestro país?”, cuestionó.
Un equilibrio delicado
El gobierno mexicano se ha mostrado abierto a la cooperación en materia de seguridad, pero ha insistido en la necesidad de mantener la soberanía nacional. La mandataria dejó en claro que su administración no se opondrá al trabajo conjunto, pero que este debe darse bajo términos de igualdad y respeto.
“Hay una parte importante que ellos tienen que hacer en su propio país. ¿Cuál es la distribución final en las calles de sus ciudades? ¿O qué, no hay cárteles allá? ¿No hay delincuencia organizada?”, insistió Sheinbaum, subrayando que el crimen trasnacional no es un problema exclusivo de México.
Las declaraciones de la jefa de Estado surgen en un contexto en el que la relación bilateral entre México y Estados Unidos atraviesa un momento de tensión. La retórica de la Casa Blanca, en línea con las políticas de seguridad impulsadas por el presidente Donald Trump, ha planteado la posibilidad de emplear incluso recursos militares para combatir a los cárteles.
Frente a este panorama, Sheinbaum fue enfática al señalar que cualquier presencia de agentes estadounidenses en territorio mexicano requiere de autorización expresa. “Todos los agentes de alguna agencia de Estados Unidos requieren un permiso de México para estar en México. Y eso se trabaja con el Gabinete de Seguridad. Tiene que haber coordinación, colaboración, información conjunta. Eso pasa en cualquier país del mundo”, puntualizó.
A medida que la política de seguridad se convierte en un eje central de la relación entre ambos países, la postura del gobierno de Sheinbaum será puesta a prueba. Por ahora, la presidenta mantiene una línea firme: cooperación, sí; subordinación, jamás.