
Culiacán, Sinaloa.- A través de una carta dirigida al Consulado de México en Nueva York, Ismael “El Mayo” Zambada exigió su repatriación inmediata a México y denunció haber sido víctima de un secuestro transfronterizo, argumentando que su traslado a Estados Unidos ocurrió sin un proceso de extradición formal y bajo coacción y engaños.
En la misiva de 33 páginas, el líder de una de las facciones del Cártel de Sinaloa advierte que, de no intervenir el gobierno mexicano, será condenado a pena de muerte sin lugar a dudas.
“Solicito de manera formal mi repatriación a los Estados Unidos Mexicanos y que el gobierno de Estados Unidos de América se comprometa a otorgar garantías suficientes de que no se me aplicará la pena de muerte”, señala en el documento.
Denuncia violaciones al tratado bilateral
Zambada argumenta que su captura y traslado a Estados Unidos violaron el tratado de extradición firmado entre ambos países en 1994, el cual prohíbe expresamente los secuestros fronterizos.
“Dado que el tratado protege a los ciudadanos de México de tales prácticas, el gobierno tiene la obligación de presentar una protesta formal y solicitar mi repatriación inmediata”, asegura.
El capo también reclama que la representación diplomática mexicana en Nueva York ha sido “pasiva y omisa”, al no exigir información sobre las circunstancias en las que fue entregado a las autoridades estadounidenses.
“Esta representación diplomática ha sido pasiva en solicitar de manera enérgica al Gobierno de Estados Unidos las circunstancias particulares en las que fui puesto a jurisdicción de los tribunales norteamericanos”, reprocha.
Rechazo inicial y derecho de defensa
En la carta, Zambada García admite que, al llegar a Estados Unidos, rechazó el contacto con el Consulado de México, debido al shock y la confusión tras su captura en julio de 2025.
“En la temporalidad en que fui trasladado de manera ilegítima a Estados Unidos, se me otorgó la posibilidad de tener contacto con esta representación consular, pero la rechacé por el estado de shock en el que me encontraba”, señala.
Ahora, su primera petición es una entrevista privada con el Consulado en presencia de sus abogados, para ejercer su derecho de defensa.
“Mi repatriación no es opcional”
Zambada sostiene que su repatriación no es una cuestión política o diplomática, sino un deber ineludible del gobierno mexicano, derivado del derecho internacional y los compromisos jurídicos asumidos por el Estado mexicano.
“Si el gobierno de México no actúa, seré condenado a la pena de muerte sin lugar a dudas. Esto sentaría un precedente peligroso, permitiendo que cualquier gobierno extranjero pueda intervenir impunemente en nuestro territorio para detener y trasladar a cualquier persona, incluso funcionarios o políticos, sin que México haga nada”, advierte.
El gobierno mexicano aún no ha emitido una respuesta oficial sobre la solicitud del capo sinaloense, pero el caso amenaza con convertirse en un nuevo punto de tensión en la relación con Estados Unidos.