
Culiacán, Sin.- Las montañas de Sinaloa escondían un hervidero de reactores, bidones y precursores químicos. En un golpe coordinado entre fuerzas estatales y federales, 27 laboratorios clandestinos, presuntamente utilizados para la producción de drogas sintéticas, fueron desmantelados entre el 21 y 22 de febrero en Culiacán, Cosalá y Mocorito.
El operativo estuvo encabezado por el Ejército Mexicano, con apoyo de la Guardia Nacional, la Marina, la Fiscalía General de la República (FGR), la Fiscalía estatal y la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa.
Narcolaboratorios entre la sierra y el valle
Los puntos donde se localizaron los laboratorios reflejan el patrón de producción del narco en la entidad. En la sierra de Cosalá, los aseguramientos se concentraron en comunidades como Los Cedritos, La Bacata y El Veinticuatro. En Culiacán, los hallazgos se extendieron por Tepuche, Carrizalejo, San Francisco y Los Mayos de Abajo, mientras que en Mocorito, la detección de un sitio de manufactura en Terrero de los Pachecos confirmó la expansión del negocio más allá de las rutas tradicionales.
La maquinaria del narco
En los laboratorios, las fuerzas de seguridad encontraron reactores, tanques de gas, condensadores, bidones y contenedores con precursores químicos, elementos clave para la fabricación de drogas sintéticas como el fentanilo y la metanfetamina.
Aunque la cantidad de sustancias incautadas no fue especificada, fuentes de seguridad señalaron que la estructura y equipo de los laboratorios permitían una producción a gran escala.
“Estos operativos son parte de una estrategia para desmantelar la capacidad de producción de los grupos criminales. Lo importante no es solo el decomiso, sino la afectación a su infraestructura”, explicó un agente involucrado en la operación.
Red de videovigilancia ilegal en Culiacán
Mientras las fuerzas de seguridad trabajaban en la sierra, otro operativo se llevaba a cabo en la capital del estado. 87 cámaras de videovigilancia y cinco dispositivos de transmisión de señales fueron desinstalados el 22 de febrero en diversos puntos de Culiacán, presuntamente utilizadas por el crimen organizado para monitorear movimientos de las autoridades y posibles enemigos.
Los equipos fueron desmontados en colonias como Lomas de la Rodriguera, Vicente Lombardo Toledano y Lomas del Magisterio. En total, se aseguraron 37 cámaras PTZ inalámbricas, 32 cámaras fijas inalámbricas y 18 cámaras panorámicas.
La Secretaría de Seguridad Pública estatal advirtió que la instalación de estos sistemas sin autorización es ilegal y que continuarán retirando dispositivos ajenos a la red oficial de vigilancia del gobierno.
La lucha por el control
Los operativos reflejan la disputa constante entre las autoridades y el crimen organizado por el control del territorio. Mientras un laboratorio cae, otro puede estar levantándose en la sierra. La pregunta sigue siendo la misma: ¿hasta qué punto afectan estas acciones la operación de los cárteles en Sinaloa?