Ciudad de México.- Durante la marcha de la Generación Z en la Ciudad de México, la señora Reyes y sus hijas, incluidas una menor de edad, fueron víctimas de agresión por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), quienes las golpearon y amenazaron pese a participar de manera pacífica en el evento.
La marcha, convocada para exigir transparencia y el fin de la corrupción, se vio empañada por la violencia policial ejercida por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). En medio de las protestas, la familia Reyes fue brutalmente atacada por los efectivos, quienes no dudaron en usar la fuerza excesiva pese a la presencia de una menor y una persona discapacitada entre ellos.
Durante el incidente, la situación escaló al extremo. La hermana mayor fue víctima de una golpiza, mientras que la señora Reyes, quien se desplaza en silla de ruedas debido a una discapacidad, fue empujada repetidamente y recibida con amenazas de muerte. La intervención policial no solo resultó en daños físicos, sino también en la pérdida de un celular robado durante el caos, generando más tensiones en el lugar.
La pequeña que acompañaba a la familia expresaba desesperación al gritar “le pegaron a mi hermana”, mientras se enfrentaban a gases lacrimógenos y el pandemonio de enfrentamientos injustificados. Este episodio de represión resalta la vulnerabilidad de los participantes, especialmente aquellos que, como la familia Reyes, incluyen menores y personas con discapacidades en su grupo.
La marcha, que en su esencia pretendía resaltar la necesidad de justicia y democracia para las nuevas generaciones, terminó poniendo en evidencia la impunidad que aún impera en ciertas facciones de la SSC. Las imágenes de jóvenes heridos por piedras y agresiones físicas, así como el relato de familias aterrorizadas, advierten del peligro que enfrentan los ciudadanos que se manifiestan pacíficamente.
