Cuitláhuac en la mira de la federación ¡Primera llamada… primera!
¡El presidente López Obrador está decepcionado!
El gobierno federal advierte la ingobernabilidad y entra al rescate del trastabillante gobierno de Cuitláhuac García.
El asunto de Chinameca, la irresponsabilidad en la entrega del padrón de beneficiarios de los programas sociales, la creciente inseguridad pública, las torpezas en la operación para llevar a juicio político al Fiscal Jorge Winckler, las renuncias de dos altos funcionarios del gabinete, los diferendos con la iglesia, así como las divisiones en el seno de Morena y el ruido político gestado por las tribus de Rocío Nahle, Manuel Huerta y el grupo cercano a Cuitláhuac García, colmaron a México.
De fuente confiable se sabe que en las dos últimas semanas la Secretarías de Gobernación y de Seguridad Pública han llamado a diversos actores políticos de los tres poderes estatales, así como al senador Ricardo Ahued, alcaldes y representantes empresariales y académicos para que den cuenta de la realidad que se vive en Veracruz a 74 días de haberse instalado el gobierno estatal.
El propio gobernador ha sido llamado en los últimos diez días a Palacio Nacional, a la Secretaría de Gobernación y anteayer al Senado de la República.
Lo que sigue serán renuncias, enroques y remociones, una limpia para encauzar el camino.
No se prevé en este primer escenario una solicitud de licencia de Cuitláhuac García ante la eventualidad de generar ruidos políticos y sociales innecesarios al constitucionalmente estar obligados a llamar a elecciones para nombrar un nuevo gobernador, pero sí ponerle candados y mantenerlo en estrecho marcaje para evitar la repetición de errores y la crispación política.
La novatez, la ausencia de carácter y constante irritabilidad del gobernador, así como las malas consejas de voluntariosos colaboradores que antes que el diálogo han privilegiado las agresiones e incluso amenazas de muerte, llegaron a oídos de México.
La gota que derrama el vaso fue, sin embargo, el tema Winckler, quien ya no podrá ser removido por la vía del juicio político al agotarse esa instancia legislativa ante la ausencia de una mayoría calificada de 34 votos.
La Federación decidió, por tanto, dejar a un lado el asunto, buscar otros caminos mientras el gobernador fue reconvenido para que inicie el diálogo con el Fiscal, Jorge Winckler, en un marco de respeto y autonomía.
Lo mismo sucederá con el apetito gubernamental de llevar a juicio político al magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia, Edel Álvarez Peña.
No habrá más rupturas ni disputas entre los poderes del estado.
Todo ello es la resultante de la impericia del aparato de poder de Cuitláhuac que carece de operadores políticos y mecanismos jurídicos que hagan posibles los caprichos del gobernador.
En la realidad está rodeado a la Cofradía de la Mano Caída y el círculo de chairos que más que ayudar, estorban.
Por tanto se busca, según se ha comentado en los altos círculos de poder de la ciudad de México, que Veracruz regrese a la normalidad democrática impidiendo al mismo tiempo el crecimiento de la oposición partidista –PAN-PRI- ante el desencanto creciente por Morena.
Ello de tal suerte que el manotazo que debiera provenir del propio Cuitláhuac fue dado por México, luego de la instrucción precisa de Andrés Manuel López Obrador de “ayudar” a Cuitláhuac García a que encuentre el camino de la gobernabilidad.
Ya por lo pronto le queda claro a la Federación que la estructura de poder en Veracruz está paralizada; que no hay registro de ejercicio presupuestal para iniciar planes y programas de desarrollo social; tampoco de un Plan Estatal de Desarrollo que marque la pauta de por dónde caminar, y que en materia de seguridad pública seis carteles tienen el control total del territorio ribereño.
A la par la imagen pública del gobernante que, a escasos cien días de mandato, está totalmente desacreditada y ausente de todo respeto ciudadano. De hecho sus apariciones públicas se han reducido a encuentros cerrados y totalmente controlados.
Todo ello, amén del fracaso en la organización de la reciente visita del presidente López Obrador en donde salieron a relucir las divisiones y ausencia en el cumplimiento de metas lo que encendió los focos rojos del gobierno federal al tiempo que colocó a Cuitláhuac García en la tablita.
Así, los que vive en estos días el novel gobierno, son difíciles. De ahí la decisión de penetrar a Cuitláhuac para recomponer el rumbo.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo