Ciudad de México.- La marcha de Generación Z en Ciudad de México se tornó violenta, dejando al menos 120 personas heridas y 40 detenidos tras enfrentamientos con la policía en el Zócalo capitalino. Los organizadores acusan a fuerzas derechistas de incitar a la violencia, mientras que la policía sostiene que actuó con contención.
El secretario de Gobierno, César Cravioto, y su homólogo de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez, calificaron la actuación policial como ejemplar, insistiendo en que los efectivos actuaron con contención. No obstante, diversos reportes en redes sociales mostraron imágenes de ciudadanos con heridas visibles, lo que reavivó el debate sobre el uso de la fuerza pública en manifestaciones.
Cravioto señaló que la manifestación fue organizada por líderes de derecha con el objetivo de provocar disturbios y causar daño a infraestructuras federales, como el Palacio Nacional. Afirmó que los policías sólo respondieron tras las provocaciones, motivando su intervención violenta después de que algunos manifestantes derribaran las vallas instaladas para proteger los edificios.
Pese a ello, dentro de la propia policía existe disconformidad con el manejo de las manifestaciones. Algunos oficiales, desde el anonimato, se quejaron de ser utilizados como “carne de cañón”, expresando que las órdenes de “defenderse ante provocaciones” en esta ocasión marcaron una diferencia significativa en la respuesta policial, a pesar del discurso oficial que pregona contención y diálogo.
