Morelia, Mich.- Este domingo, grupos de manifestantes irrumpieron en el Palacio de Gobierno en Morelia, Michoacán, protestando contra la violencia y el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo; enfrentaron a las fuerzas del orden, causando destrozos y resultando en la detención de siete personas.
Este domingo, los ánimos se encendieron en Morelia, Michoacán, cuando un grupo de manifestantes, en su mayoría encapuchados, tomó por asalto el Palacio de Gobierno. Este acto fue una respuesta directa al brutal asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, quien fue abatido un día antes por sicarios armados.
En cuestión de minutos, policías antimotines llegaron al lugar intentando dispersar a la multitud que había irrumpido en el edificio gubernamental, con las puertas destruidas y el caos de por medio. Imágenes difundidas muestran cómo se lanzaron muebles por las ventanas, mientras los manifestantes exigían un fin a la violencia y una mayor seguridad.
La escena fue tensa, y las voces se alzaron en los corredores del Palacio de Gobierno. Pintadas de “justicia” y “Uruapan no está solo” decoraron las paredes, todo mientras bombas molotov convertían oficinas en brasas. Con la llegada de los uniformados, las tensiones no hicieron más que aumentar, desatando enfrentamientos que llevaron a las detenciones.
El nacimiento de esta protesta, como manifestaron los asistentes, fue la creciente preocupación ciudadana por la inseguridad en la región. Bajo el lema “¡Basta de omisiones y abusos!”, unas 800 personas marcharon al corazón de la ciudad, marcando un grito desesperado ante un entorno donde la violencia parece no tener fin.
