Bajan las aguas tras el “ligero” desbordamiento del Cazones y nuevas medidas preventivas sustentadas en la mordaza y censura se toman para evitar imprevisibles embestidas contra la principal damnificada de las inundaciones, la señora Nahle.
Con el indiscutible respaldo de México, el gobierno veracruzano emprende una serie de acciones, no para evitar que el año próximo se atemperen las desgracias ciudadanas y destrucciones de pueblos enteros, sino para que en lo inmediato se modere a la opinión pública y pare en seco la crítica y libertad de expresión.
La idea es revertir llevar el análisis periodístico al elogio, al reconocimiento a la tarea humanitaria, a las bondades del gobierno en favor del pueblo.
El primer paso ya se está dando por estos días vía censura.
Con el arribo de un equipo de prensa, por llamarlo de modo alguno, encabezado por una reconocida comunicadora de la casa presidencial conocida como Mary Vázquez, se dispuso “invitar” a los concesionarios de la radio veracruzana a suprimir sus espacios de opinión y despedir a todos aquellos reconocidos opositores y críticos al gobierno de Nahle.
Es el caso del “negocio” de los Ferraz a quienes se ordenó cerrar todos sus espacios de opinión de sus radiodifusoras, despedir todo lo que huela a Yunes -el de Perote- y solo remitirse a la difusión información oficial so riesgo de perder convenios y poner en riesgo las jugosas concesiones.
Se arrancó asimismo una escalada de advertencias contra los columnistas críticos y políticos opositores que los alimentan de información y, según ellos, de carretadas de dinero, para eliminarlos -o al menos equilibrarlos con la prensa aplaudidora- del escenario de la opinión pública.
Y para los más radicales columnistas aplicarles cercos de vigilancia y monitoreo, de espionaje telefónico, así como la revisión de cuentas bancarias para saber por donde entran los “patrocinios”, por cierto, inexistentes ya que la oposición ni quiere ni tiene recursos financieros para moverse.
La prensa escrita ya mismo no representa riesgo alguno para el gobierno del estado ya que, según los sesudos asesores, carece de toda influencia ante la opinión pública, excepción hecha de Notiver, etiquetada como el último bastión de la crítica, del análisis, del periodismo serio y con amplia influencia en la opinión pública veracruzana.
Y si bien las relaciones prensa estado se empezaron a crispar desde el gobierno de Yunes Linares y limitadas en la era del atarantado, para el presente la consigna es ir duro y a la cabeza contra la libertad de prensa y sus representantes.
Para tener un buen gobierno, según el profundo pensamiento cacalover, se requiere tener a los reporteros, articulistas y columnistas y, en lo general, a los medios de comunicación a “pan y riata”.
Entramos así en una nueva era en las relaciones prensa-estado.
La prensa crítica y de análisis les desea el éxito del mundo.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
