Acapulco, Gro.- La alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, enfrenta críticas tras lucir un costoso collar de la marca Van Cleef & Arpels, afirmando que fue un regalo del pueblo que la ama, lo que ha generado debate sobre la aceptación de obsequios de lujo por parte de funcionarios públicos.
La polémica se desató cuando, durante sus actividades administrativas, la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, fue vista portando un lujoso collar. Al ser cuestionada por este accesorio de la prestigiosa marca francesa Van Cleef & Arpels, la mandataria respondió que fue un obsequio de ciudadanos que expresan su cariño hacia ella. “Yo que culpa tengo que haya un pueblo que me ame y me regale cosas”, dijo sin reparos.
El modelo del collar, identificado como Vintage Alhambra, tiene un costo de alrededor de 227 mil pesos, según la página oficial de la joyería. La adquisición de este tipo de artículos por parte de funcionarios públicos puede levantar suspicacias, especialmente cuando se trata de aceptar regalos de tal valor, una práctica que a menudo genera cuestionamientos sobre la ética y posibles influencias políticas.
No obstante, López Rodríguez se mantuvo firme en su postura, esquivando las críticas y en vez de ello agradeciendo abiertamente “el amor y el cariño del pueblo”. Sin confirmar ni desmentir el modelo o el origen del collar, su comentario dejó más interrogantes que certezas, abriendo el debate sobre los límites en la aceptación de regalos y privilegios de los servidores públicos.
Este incidente suscita una reflexión más amplia sobre las normas y regulaciones para los funcionarios en México, donde la percepción de corrupción se mezcla con las expresiones públicas de afecto y aprecio, especialmente en contextos locales donde las relaciones personales con las autoridades pueden ser más estrechas. La respuesta de López parece reflejar una actitud de cercanía con los ciudadanos, aunque no todos ven con buenos ojos este tipo de interacciones.
