Xalapa, Ver.- El grito de “Fuera Nahle, fuera Martín”, hizo sacudir las paredes, los cimientos, cada centímetro del palacio de gobierno de Veracruz. Eran los estudiantes de la UV que reclamaban justicia por sus compañeros muertos en la inundación del norte de la entidad, por la negligencia y la falta de respuesta a la sociedad.
Miles de estudiantes de la Universidad Veracruzana marchaban simultáneamente en protesta en Xalapa, Orizaba, Veracruz y Boca del Río, exigiendo justicia y transparencia ante la desaparición de estudiantes tras una inundación y manifestando su descontento con las autoridades educativas y estatales.
El epicentro de estas movilizaciones fue Xalapa, donde los manifestantes exigieron justicia por los estudiantes supuestamente desaparecidos tras las recientes inundaciones en Poza Rica y Álamo, a pesar de que la institución universitaria ha negado la desaparición de 192 alumnos.
La manifestación, organizada por el colectivo “Nido Estudiantil”, se llevó a cabo de manera pacífica, sin dar declaraciones a los medios. Vestidos de negro y con algunos estudiantes cubiertos el rostro por pañuelos, la protesta se dirigió desde el teatro del Estado hasta la plaza Lerdo, y concluyó en la rectoría de la UV. Entre las exigencias de los estudiantes, destacaron los pedidos de transparencia en las cifras de desaparecidos, apoyo para las familias afectadas, y justicia para Diana Jael, una estudiante de Psicología fallecida en las inundaciones.
Los estudiantes portaban carteles y coreaban consignas dirigidas tanto al rector de la UV, Martín Aguilar Sánchez, como a la gobernadora del estado, Rocío Nahle. Las consignas reflejaban un profundo descontento y señalaban la supuesta negligencia de las autoridades en la gestión de las inundaciones, prestando especial atención a la repentina prórroga del rector Aguilar Sánchez. La marcha subrayó la exigencia de empatía de ambas autoridades hacia los territorios afectados.
El clamor ciudadano reclamó atención y justicia para las víctimas, argumentando que la tragedia pudo haberse evitado. La frase “¡No fue la tormenta, fue la negligencia!” resonó en las calles, ilustrando el sentir colectivo de los manifestantes que, frente al palacio gubernamental, simbolizaron una firme exigencia de responsabilidades. En un llamado a la memoria y resiliencia, no olvidaron gritar “¡Halcones unidos, jamás serán vencidos!”, mientras hacían eco de las pérdidas y demandas de todos los días ante la indiferencia institucional.
