La Fiscalía General de la República investiga las conexiones entre el asesinato del contralmirante Fernando Rubén Guerrero Alcántar y una amplia red de huachicol fiscal liderada por los hermanos Farías Laguna, sobrinos del ex secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, implicados en la detención de miles de litros de hidrocarburo en Tampico y otras operaciones ilegales.
El reciente operativo federal encabezado por el secretario de Seguridad Nacional, Omar García Harfuch, ha traído a la luz la detención del vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna, vinculado a una red de huachicol fiscal. Este arresto está relacionado con el decomiso récord de más de 10 millones de litros de hidrocarburos en Tampico en marzo pasado.
La investigación también involucra las muertes violentas del contralmirante Fernando Rubén Guerrero Alcántar y la auxiliar de la FGR Magaly Janet Nava Ramos. Ambos asesinatos han despertado sospechas de que fueron consecuencia de sus denuncias sobre actividades irregulares en aduanas, presuntamente orquestadas por los hermanos Farías Laguna, según dio a conocer el periódico Reforma.
La correspondencia encontrada revela que Guerrero Alcántar había advertido a las autoridades navales sobre la influencia de los Farías en designaciones clave para mantener operaciones delictivas. Su asesinato, ejecutado con un modus operandi similar al de Nava Ramos, refuerza las hipótesis de posibles complicidades dentro de las fuerzas armadas.
Este caso, más allá de su carácter criminal, destapa la complejidad y profundidad de las redes de corrupción que operan en las instituciones aduaneras de México, vinculando a militares de alto rango con actividades ilícitas y exponiendo la urgente necesidad de una reforma y supervisión transparente del sector.
