Amatlán de los Reyes, Ver.– El ruido de los disparos quebró la calma en la calle Tulipanes, del fraccionamiento Villa Verde. Eran poco después de las ocho de la mañana cuando René Vergara, director del penal de mediana seguridad La Toma, cayó acribillado dentro de la camioneta en la que viajaba.
Según los primeros reportes, el funcionario se desplazaba presuntamente con un reo cuando un vehículo le cerró el paso. Desde el interior, los agresores descargaron al menos nueve tiros. El director murió en el acto, sin tiempo de maniobrar.
Testigos vieron la camioneta detenida, las puertas cerradas, y dentro, el cuerpo inmóvil de Vergara. Llamaron a emergencias. Llegaron patrullas, ambulancias, sirenas. Los paramédicos sólo confirmaron lo que ya era evidente: no había signos vitales.
Elementos de la Fiscalía General del Estado acordonaron la zona, recabaron casquillos, tomaron fotografías y levantaron el cuerpo para trasladarlo al SEMEFO. El operativo se extendió por calles cercanas en busca de los atacantes, pero no hubo detenidos.
El penal de La Toma, en Amatlán, ha sido escenario de motines, fugas frustradas y ajustes de cuentas. La ejecución de su director añade un capítulo más a una historia marcada por la violencia y el control que, según fuentes de seguridad, grupos criminales disputan desde dentro y fuera de sus muros.
