Ciudad de México.- Federico Döring, vocero del PAN, atribuyó la repentina salida de Pablo Gómez de la Unidad de Inteligencia Financiera a una llamada entre el presidente Trump y la presidenta Sheinbaum, señalando que los resultados insatisfactorios y el show mediático motivaron su reemplazo inmediato.
La salida de Pablo Gómez de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) no es un simple cambio burocrático; es, según el vocero del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, Federico Döring, el resultado de una gestión insatisfactoria que fue discutida directamente en una llamada entre los mandatarios de Estados Unidos y México.
Según Döring, el peso de la presión internacional fue lo que finalmente forzó la dimisión de Gómez. “El gobierno de Estados Unidos se cansó de ver tantos decomisos sin consecuencias tangibles”, afirmó, sugiriendo que los esfuerzos por combatir las estructuras financieras ilícitas no pasaron más allá del espectáculo mediático.
Con severas críticas, Döring denunció que a pesar de los reportes sobre decomisos de laboratorios y recursos asociados al huachicol, nada de esto se tradujo en medidas reales contra los líderes criminales o miembros influyentes de Morena. Lamentó que la administración no hubiera congelado activos significativos para desarmar estas redes.
El diputado también manifestó su descontento con el nuevo rol de Gómez, percibiendo su próximo encargo como un ataque personal contra las instituciones democráticas en México. “Asumirá el nuevo encargo lleno de rabia”, declaró Döring, pronosticando un futuro turbio para la democracia bajo la dirección de Gómez en los nuevos desafíos que enfrentarán las instituciones electorales del país.
