Ciudad de México.- Miguel Ángel Yunes Linares y su hijo, el senador Yunes Márquez, fueron vistos disfrutando de lujos en Italia, desatando críticas por su aparente uso discrecional de recursos tras ser abucheados en una sesión de Morena, lo que revive acusaciones de nepotismo y opulencia desmedida entre políticos mexicanos.
En un destino tan exclusivo como Capri, Italia, la presencia del clan Yunes no pasó desapercibida. Miguel Ángel Yunes Linares y su hijo, el senador Miguel Ángel Yunes Márquez, fueron captados en pleno disfrute en el club de playa Conca del Sogno, una imagen que no solo se volvió viral, sino que también ha alimentado el debate sobre el comportamiento de los políticos mexicanos en el extranjero.
El consumo de langosta y champaña valorada en 2 mil euros por la familia Yunes agrega un eco de opulencia que contrasta fuertemente con la situación económica de muchos mexicanos. Este viaje llega poco después de que los Yunes fueran abucheados en una sesión del partido de Morena por no adherirse a sus valores, y tras ser expulsados del PAN por su apoyo a la reforma judicial.
La revelación del viaje y el enfoque en el lujo han sido comentados por la periodista Azucena Uresti, quien subraya la desconexión entre semejante estilo de vida y la cotidianidad de millones de ciudadanos. Hasta ahora, ni Yunes Linares ni su hijo han emitido comentarios oficiales sobre la controversia desatada por su espléndido retiro vacacional.
Este tipo de exposiciones en redes sociales y medios desafía constantemente los límites de la ética política y pone de relieve los dilemas enfrentados por portadores de poder, quienes siguen bajo la lupa pública por sus decisiones personales que hablan más allá de sus declaraciones políticas.
