Ciudad de México.- Vector Casa de Bolsa, la firma financiera propiedad del empresario Alfonso Romo —exjefe de la Oficina de la Presidencia en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador— lavó más de 40 millones de dólares en sobornos del Cártel de Sinaloa destinados a Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad Pública federal durante el sexenio de Felipe Calderón. Así lo denunció este miércoles la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Las operaciones, según las autoridades estadounidenses, no sólo permitieron encubrir pagos millonarios al hombre fuerte del calderonismo, sino que también facilitaron el tráfico de opioides y cocaína hacia territorio norteamericano. Entre 2013 y 2019, una empresa controlada por García Luna utilizó a Vector para mover recursos ligados al cohecho, en complicidad con estructuras financieras del Cártel de Sinaloa.
En paralelo, FinCEN documentó que una mula de dinero del mismo cártel blanqueó 2 millones de dólares de Estados Unidos a México usando también los servicios de Vector. A juicio del Tesoro, estas operaciones colocan a la casa de bolsa en el centro de una red de lavado al servicio del narcotráfico, junto con otras instituciones mexicanas bajo investigación, como CIBanco e Intercam.
La historia es vieja, pero los nombres son los mismos. García Luna fue condenado en octubre de 2024 a 460 meses de prisión y multado con 2 millones de dólares por colaborar durante más de una década con el Cártel de Sinaloa. El fallo lo emitió el juez Brian Cogan, en una corte federal de Nueva York, tras un juicio en el que fue declarado culpable de conspiración, narcotráfico y falsedad en declaraciones.
Pero la sombra del dinero sucio no termina ahí. Según FinCEN, Vector también habría brindado servicios financieros al Cártel del Golfo, una organización que la DEA considera una de las más agresivas en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Entre 2018 y 2023, la casa de bolsa procesó pagos a empresas chinas proveedoras de precursores químicos usados en la elaboración de fentanilo, sustancia responsable de decenas de miles de muertes en la última década.
Las acusaciones forman parte de una ofensiva más amplia por parte del gobierno estadounidense, que ha puesto la lupa sobre las conexiones entre grupos criminales mexicanos y el sistema financiero formal. En ese mapa, Vector —y su relación con Romo, un viejo aliado del lopezobradorismo— aparece ahora como un nodo clave en la maquinaria del narco.
El Tesoro estadounidense prohibió ya ciertas transferencias internacionales donde participen las instituciones implicadas, al considerarlas de “preocupación principal” por su papel en el blanqueo de capitales del crimen organizado. Las investigaciones, advierten desde Washington, apenas comienzan.
