La militarización total de la Guardia Nacional ya no es un fantasma: está en marcha. El pasado 5 de junio, la Consejería Jurídica de la presidenta Claudia Sheinbaum, envió al Congreso una iniciativa para expedir una nueva Ley de la Guardia Nacional y modificar ocho leyes más que regulan a las Fuerzas Armadas. El objetivo: burlar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y consolidar el mando militar de una fuerza que nació —al menos en el discurso— con carácter civil.