Villahermosa, Tab.— La violencia se ensaña con el estado y la prensa incomoda al poder. En menos de 24 horas, diez personas fueron asesinadas en distintos municipios de Tabasco, pero el secretario de Gobierno, José Ramiro López Obrador, optó por evadir responsabilidades y cargar contra los medios.
“Andan como buitres ustedes hermanos… buscando a ver dónde hay un muerto”, soltó el funcionario ante las preguntas del reportero de Telereportaje, el noticiario más escuchado en la estación XEVT.
Molesto y sin argumentos, López Obrador, hermano del ex presidente de la República, Andrés Manuel, fue abordado al término de un evento del Congreso Local. Cuestionado por la violencia que sacude la entidad, se negó a fijar una postura oficial y prefirió disparar contra la prensa.
“¿Por qué no dan otras noticias? Hay noticias buenas en Tabasco”, insistió, visiblemente irritado. Pero no paró ahí. Más adelante comparó a los reporteros con un apellido que, en su tierra, resuena como sinónimo de viejo poder mediático: “Ya se parecen, son iguales a los que tanto criticaban… son igualitos a los Cantón”, dijo, en referencia a la familia que controla el diario Tabasco Hoy.
La actitud no es nueva. López Obrador ha demostrado en más de una ocasión una relación tensa y confrontativa con la prensa local, sobre todo cuando lo cuestionan sobre temas de seguridad.
Y la violencia no es un asunto menor: en menos de un día, una decena de personas han sido ejecutadas, entre ellas un médico, cuyo caso generó conmoción en el gremio. Sobre este crimen, el secretario confirmó la detención de una mujer presuntamente responsable.
“Ya se detuvo a la mujer que asesinó al doctor… está en investigación, está detenida, es la única, para ustedes es la única”, zanjó, sin dar más detalles.
El silencio del gobierno estatal frente al aumento de los asesinatos contrasta con la creciente indignación social y la exigencia de respuestas claras y justicia. Mientras tanto, López Obrador prefiere mirar hacia otro lado y pedir a los medios que no hablen de muertos.
