
- Si eres de Morena y aspiras a un puesto de elección popular, tendrás una muerte segura
En Veracruz, la política ya no es un juego de poder, es un campo de batalla donde los muertos cuentan más que los votos. La visita de Claudia Sheinbaum al estado no solo llega en un momento de crisis política, sino en un escenario teñido de sangre e impunidad. Mientras la dirigencia de Morena intenta vender la imagen de unidad y estabilidad, la realidad es que su partido está más fracturado que nunca y el proceso electoral se ha convertido en una carnicería política.
Los hermanos Carlos y Juan Daniel Neri Rodríguez, uno de ellos, aspirante a la alcaldía de Paso del Macho por el Partido Verde, fueron asesinados en un crimen que no solo sacude el ambiente electoral, sino que deja claro que Veracruz sigue siendo tierra de nadie. Ni la Fiscalía estatal ni el OPLE y mucho menos la gobernadora, han tenido el decoro de fingir preocupación. El silencio oficial es la firma de una política donde la violencia es parte del proceso y los cadáveres son simples daños colaterales.
En una investigación periodística de la colega Perla Sandoval en el portal de noticias de AVC Noticias, expone la situación alarmante que se está desarrollando en el estado de Veracruz, en donde la violencia política ha alcanzado niveles alarmantes en lo que va de 2025, con al menos seis ataques registrados contra políticos y aspirantes a cargos municipales. Entre los casos más recientes se destaca el secuestro de Vicente Domínguez, aspirante de Morena a la presidencia municipal de Cotaxtla, y la muerte de Carlos Ransés Neri y su hermano Juan Daniel. Además, el ataque armado a la casa de José Antonio Olivares, aspirante de Morena en Jilotepec, y el incendio en la vivienda de Arturo Herviz, candidato independiente en Ángel R. Cabada, son solo algunos de los episodios que reflejan el clima de inseguridad que enfrentan los candidatos en el estado. Estos hechos evidencian una creciente violencia que ya ha cobrado varias vidas, convirtiéndose en un reto para el proceso electoral.
El contexto electoral de 2025 en Veracruz, donde se elegirán autoridades municipales, ha mostrado que los gobiernos locales son más vulnerables a la influencia de grupos criminales, que buscan imponer sus propios intereses. Expertos advierten que la debilidad de los gobiernos municipales y la falta de recursos para garantizar la seguridad de los candidatos ha contribuido a la escalada de violencia política en la entidad. Además, las elecciones municipales se perciben como un objetivo claro para los criminales, lo que se traduce en un aumento de la violencia contra los aspirantes y en la inseguridad generalizada en el estado. La situación pone de manifiesto la necesidad urgente de medidas más efectivas para proteger a los políticos y evitar que la violencia continúe afectando el proceso electoral.
En 2024, Veracruz ya experimentó el proceso electoral más violento en la historia reciente, con 889 víctimas de violencia política, de las cuales 39 fueron aspirantes o candidatos asesinados. A pesar de este preocupante antecedente, el gobierno federal no ha implementado una estrategia clara para proteger a los candidatos en este nuevo ciclo electoral. Ante este vacío, la gobernadora Rocío Nahle García ha anunciado que supuestamente reforzará la seguridad para las elecciones municipales de 2025. Pero sinceramente no creo que esta mujer tenga la capacidad de realmente de garantizar una elección realmente libre de violencia.
Si no ha podido garantizar la seguridad a los miembros de su partido que están literalmente muriendo, que pueden esperar los aspirantes de otros partidos. No obstante, la falta de una estrategia integral de seguridad sigue siendo una preocupación, especialmente cuando las agresiones y asesinatos continúan siendo un problema en Veracruz.
Pero los muertos no son solo físicos, también hay cadáveres políticos. Morena ha demostrado que la supuesta “Cuarta Transformación” no es más que una pugna entre grupos de poder que se despedazan por las candidaturas. Denuncias de encuestas cuchareadas, venta de posiciones y el descarado nepotismo de alcaldes que buscan heredar el puesto a esposas, hijos y hermanos han generado una tormenta interna. El cinismo es tal que los militantes han anunciado protestas para recibir a Sheinbaum, no para exigir justicia por los asesinados, sino para pedir que el reparto de candidaturas sea menos descarado.
El Partido del Trabajo, en un intento de conservar su registro y ser succionando el erario a través de la prerrogativas, decidió romper con Morena y competir en solitario en las elecciones municipales. Su salida dejó 22 candidaturas vacantes que Morena y el Partido Verde se repartieron como botín de guerra, agravando aún más las disputas internas. Mientras tanto, el PAN, PRI y PRD (esos tres muertos vivientes) van cada uno por su lado, confiando en que el voto de castigo contra Morena les dé un respiro (aunque la gente está harta de ver siempre a los mismos en las boletas electorales), aunque su propia descomposición los haga ver como fósiles políticos. Movimiento Ciudadano, fiel a su estrategia de jugar solo, observa el caos desde la barrera.
La visita de Sheinbaum del 14 al 16 de febrero tiene toda la pinta de una operación de control de daños y la lucha del poder que también están operando entre la espuria, Monreal y Adán Augusto. Su equipo la presenta como un acto institucional, pero lo que realmente enfrenta es un Veracruz sumido en la violencia y la corrupción. Tendrá que hacer malabares para no ver lo evidente: su partido es un nido de traiciones, ambiciones desbocadas y pugnas de caciques que ya no se conforman con el poder político, sino que lo ven como una herencia familiar.
Al final, lo que AMLO dejó como legado no fue una transformación, sino una herencia maldita: el lodazal en el que convirtió la política. Su resentimiento, su ambición desmedida y su odio enfermizo hacia quienes tienen más inteligencia, sabiduría o dinero limpio, dieron forma al cártel político más poderoso del país: Morena. No erradicó la corrupción, la perfeccionó.
El calendario electoral avanza con la precisión de una bomba de tiempo. En abril inician los registros de candidaturas y en junio se llevarán a cabo las elecciones municipales. Sin embargo, la gran pregunta no es quién ganará, sino cuántos más morirán en el camino. Veracruz ha normalizado la violencia electoral hasta el punto de que los asesinatos de candidatos ya ni siquiera causan indignación real. Los discursos de democracia y transformación suenan huecos cuando se pronuncian sobre tumbas abiertas.
Al final, la visita de Sheinbaum es una farsa más en este espectáculo de impunidad. Viene a “escuchar” a los veracruzanos, pero su gira se reducirá a eventos controlados, fotos con simpatizantes seleccionados y declaraciones optimistas que ignoran la realidad. Mientras ella habla de progreso y unidad, los muertos seguirán acumulándose, los caciques seguirán repartiéndose el pastel y la democracia seguirá siendo un cadáver más en la larga lista de víctimas de la política veracruzana.
Calendario Electoral:
* 7 de noviembre de 2024: Inicio del Proceso Electoral Local Ordinario 2024-2025 en Veracruz.
* 16 de febrero de 2025: Primeros encuentros entre precandidatos organizados por el Organismo Público Local Electoral (OPLE).
* 1 de abril de 2025: El OPLE definirá el plan de seguridad para el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y supervisará la entrega de avisos domiciliarios con la ubicación de las casillas.
* 3 de abril de 2025: Registro formal de candidaturas para cargos municipales.
* 29 de abril de 2025: Inicio de campañas políticas, publicación de convocatorias para debates y asignación de moderadores.
*1 de junio de 2025: Jornada Electoral.