¡Es que desde un principio lo advertimos! Entre los miembros de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas hay golpeadores de periodistas y lacayos de Morena. Pero también hay gente sin sentido común, apóstoles del engaño y entre todos ellos está Fray Orencio Ramírez Baqueiro, “santo patrono de los periodistas”. Preocupado por los que cree su rebaño, Fray Orencio, desde el púlpito de su impertinencia, pidió a los periodistas y comunicadores que no se salgan de la senda del señor, o a de la “señora”.
En su sermón sabatino dijo: «Desde la representación de nuestra señora gobernadora yo los exhorto hijos míos a que traten de llevar a cabo un comportamiento ético y profesional en su vida pública y privada contribuyendo a mantener la tranquilidad social en la entidad veracruzana. Que el señor los tenga en su santa gloria».
Por supuesto, los periodistas independientes se le fueron encima, pues para empezar Fray Orencio no es la pilmama de los periodistas, no es el confesor de los comunicadores, no es el que rige las normas y la ética del trabajo periodístico en Veracruz. Baqueiro, lo está demostrando en abierto, es un simple empleado del gobierno de Rocío Nahle, en esencia un lacayo más.
Llegó a oídos de algunos compañeros periodistas la pueril excusa que esgrime uno de los acólitos de Fray Orencio ante las críticas de los periodistas por el ofensivo e impertinente comunicado que emitiera su mentor. El “Quasimodo” ese, acusa que la CEAPP está haciendo las cosas bien, que quienes los critican lo hacen porque Pepe Yunes no ganó la gubernatura. Así de simple, así de sencillo, así de pueriles.