ESPECIAL
Brasilia.- El gobierno de Brasil ha condenado enérgicamente este sábado el trato recibido por cerca de 80 migrantes brasileños deportados desde Estados Unidos, quienes viajaron esposados durante el vuelo de retorno a su país. El Ministerio de Justicia brasileño calificó la situación como un “flagrante desprecio a los derechos fundamentales”, lo que ha generado el primer roce diplomático entre Luiz Inácio Lula da Silva y Donald Trump desde que este último asumió nuevamente la presidencia estadounidense.
El avión, que transportaba a 88 personas y aterrizó el viernes por la noche en Manaos, en el estado de Amazonas, desató indignación al mostrar imágenes de los pasajeros descendiendo de la aeronave con manos y tobillos atados. Las autoridades brasileñas ordenaron de inmediato la retirada de las esposas, subrayando que “la dignidad de la persona humana” es un valor innegociable en el Estado democrático de derecho.
Un incidente en el marco de tensiones migratorias
Aunque la deportación de los ciudadanos brasileños se dio en un contexto de cooperación bilateral establecido desde 2017, el trato recibido por los migrantes ha despertado críticas tanto en Brasil como a nivel internacional. Este episodio ocurre en un momento en que la administración Trump ha intensificado sus políticas contra la migración irregular, con redadas y deportaciones masivas en todo el territorio estadounidense.
Según una fuente del gobierno brasileño citada por AFP, el vuelo no forma parte de las operaciones migratorias iniciadas por Trump tras su reciente regreso al poder, sino que corresponde a un acuerdo previo entre ambas naciones. Sin embargo, el incidente ha alimentado el debate sobre las condiciones en las que se ejecutan las deportaciones.
Atención y traslado humanitario
Los deportados permanecieron en el aeropuerto de Manaos por más de 24 horas, donde las autoridades brasileñas les proporcionaron colchones, agua y atención médica mientras se organizaba su traslado. El presidente Lula da Silva ordenó la movilización de una aeronave de la Fuerza Aérea Brasileña para llevar a los expulsados a su destino final en Belo Horizonte, a donde arribaron el sábado por la noche.
La Policía Federal aseguró que la liberación inmediata de los brasileños esposados fue una acción para garantizar la soberanía del país en su territorio.
Críticas al enfoque de Trump
Desde su regreso al poder, Trump ha endurecido el discurso y las políticas contra la migración irregular. En su primera semana de mandato, la Casa Blanca anunció redadas masivas y el despliegue de tropas en la frontera con México, acciones que han sido ampliamente criticadas por activistas y gobiernos extranjeros.
El gobierno de Brasil enfatizó que, a pesar de los acuerdos bilaterales, no tolerará que sus ciudadanos sean tratados de manera degradante. Las imágenes de los brasileños esposados han encendido el debate sobre el trato que reciben los migrantes en Estados Unidos, particularmente en el marco de las políticas migratorias de Trump, descritas por sus críticos como inhumanas y discriminatorias.
Aunque el Ministerio de Justicia confirmó que los deportados viajaron con sus documentos en regla y aceptaron su retorno, el incidente pone a prueba las relaciones entre Brasil y Estados Unidos, marcando un inicio tenso en las interacciones entre ambos gobiernos.