ESPECIAL
Puebla, Pue.- Desde la Mixteca poblana, en Chinantla, Claudia Sheinbaum levantó la voz. A horas de que Donald Trump regrese al poder en Estados Unidos, la presidenta de México dejó claro que su gobierno no permitirá que el país sea tratado como subordinado.
“México no es colonia de nadie, no es protectorado de nadie. México es un país libre, independiente y soberano”, proclamó ante cientos de habitantes de la región, una de las mayores expulsoras de migrantes al vecino del norte.
La fuerza de los migrantes
Sheinbaum aprovechó el evento, donde entregó tarjetas de Pensiones para el Bienestar, para destacar el aporte de los mexicanos en Estados Unidos. Recordó que el año pasado las remesas alcanzaron los 65 mil millones de dólares, reflejo del esfuerzo de quienes han dejado su tierra para trabajar en el norte.
“¿Qué sería de Nueva York sin los mixtecos y mixtecas? Por eso le decimos ‘Puebla York’”, señaló. Y añadió: “De cada diez trabajadores del campo en Estados Unidos, siete u ocho son mexicanos. ¿Qué, a poco tendrían comida en la mesa los estadounidenses si no fuera por las mexicanas y mexicanos? Somos las y los mejores trabajadores del campo, que nadie piense lo contrario”.
En su discurso, la presidenta también mencionó que, aunque el 20% de las percepciones de los trabajadores mexicanos se envían a sus familias en México, el otro 80% contribuye directamente a la economía estadounidense.
Preparativos frente a Trump
Consciente de las políticas antimigrantes que Trump ha prometido implementar, Sheinbaum aseguró que los consulados mexicanos en Estados Unidos están listos para defender a los connacionales y atender posibles repatriaciones. “Serán bien recibidos, con los brazos abiertos”, enfatizó.
Confió, además, en que el entendimiento que Trump tuvo con su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, se mantendrá en su administración. No obstante, insistió en la importancia de la dignidad y la soberanía nacional.
“México no solo ha sacado adelante su propia economía, sino también la de Estados Unidos”, reiteró con orgullo. “El pueblo de México es fuerte, trabajador, y no permitirá ser menospreciado”.
Un mensaje directo
El mensaje de Sheinbaum, desde una tierra marcada por la migración, resonó como un recordatorio del peso de los mexicanos en el vecino del norte. La presidenta no solo defendió la contribución de sus compatriotas, sino que advirtió que México no tolerará imposiciones ni políticas que atenten contra su gente.
Al pie de la montaña mixteca, entre el orgullo de quienes han dado tanto por dos naciones, Sheinbaum trazó la línea: “Somos libres, soberanos, y nada ni nadie nos hará retroceder”.