ESPECIAL
Xalapa, Ver.- Un grave error en las proyecciones presupuestarias de la Secretaría de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN) y del Congreso del Estado de Veracruz resultará en una disminución de $4.439 millones en los recursos destinados a los servicios de salud para este año 2025.
La Ley de Ingresos aprobada por el Congreso estatal contemplaba un presupuesto total de $19.136 millones para el sector salud. Sin embargo, este cálculo se basó en una sobreestimación de los recursos que el Gobierno Federal asignaría a través del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA).
Un error descubierto tardíamente
La discrepancia fue detectada por el exsenador José Francisco Yunes Zorrilla, quien señaló que el presupuesto estatal incluye $10.059 millones provenientes del FASSA, mientras que el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2025 asigna únicamente $5.620 millones para Veracruz en este rubro.
“Al Gobierno de Veracruz no le salen las cuentas. Están aprendiendo. En 2025, el PEF destina para Veracruz $5.000 millones en FASSA, mientras que localmente la Ley de Ingresos registra $10.000 millones. El presupuesto local programa $19.000 millones en salud con base en este error. Habrá menos dinero en salud”, denunció Yunes Zorrilla en la red X.
Las cifras reales
Según el PEF 2025, Veracruz contará con $14.697 millones para servicios de salud, una suma considerablemente inferior a los $19.136 millones aprobados en la Ley de Ingresos estatal. Este presupuesto incluye:
Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA): $5.620 millones
Servicios de Salud para la comunidad: $2.208 millones
Servicios de Salud a personas: $6.037 millones
Generación de recursos para la salud: $614 millones
Rectoría de servicios de salud: $416 millones
Estas cifras están también por debajo del presupuesto de 2024, que ascendió a $18.431 millones.
Impacto en la salud pública
La diferencia de $4.439 millones entre lo presupuestado por Veracruz y lo asignado por la federación representa un desafío crítico para el sistema de salud estatal, que deberá ajustar sus planes de gasto en un año marcado por crecientes necesidades sociales y demandas en infraestructura sanitaria.
El error pone en evidencia fallas en la coordinación entre los niveles estatal y federal, y en los procedimientos de validación del Congreso estatal, dejando a los ciudadanos en la incertidumbre sobre los efectos que tendrá esta reducción presupuestaria en el acceso y calidad de los servicios de salud.