ESPECIAL

Las cosas de Apple suelen suceder así: con sigilo, sin prisa, pero con la certeza de que su impacto resonará en el mercado global. Así lo hemos visto antes, y así lo volveremos a ver ahora con el esperado despliegue de sus funciones impulsadas por inteligencia artificial, enmarcadas bajo el sello Apple Intelligence.

Esta semana, la compañía de Cupertino ha dado un primer paso importante al poner en manos de algunos usuarios las versiones beta de sus nuevos sistemas operativos. Pero si esperábamos un despliegue masivo e inmediato de las herramientas más sofisticadas de IA, nos quedaremos esperando. Porque Apple ha decidido hacer esto a su manera, con calma y en fases.

La promesa de las nuevas capacidades, esas que llegarán con iOS 18.1 y iPadOS 18.1, son un avance, sin duda. Y para algunos usuarios en Estados Unidos, ese futuro ya comenzó con la posibilidad de probar una Siri renovada y más perspicaz, la función ‘Clean Up for Photos’ que elimina objetos no deseados de las fotos, y una herramienta de reescritura de textos.

Mark Gurman, periodista bien informado sobre los movimientos de la compañía, adelanta que el lanzamiento oficial de estas primeras funciones llegará a mediados de octubre. Pero claro, la cuestión va más allá: no se trata solo de las herramientas ya disponibles, sino de un calendario bien orquestado que tendrá su apogeo el próximo año.

En una jugada inteligente —quizá típica de Apple—, han decidido que las funciones de Apple Intelligence no estarán disponibles todas de golpe. Los usuarios tendrán que ir descubriendo, poco a poco, lo que la IA tiene preparado. Es decir, cada nueva actualización de software traerá consigo nuevas herramientas que complementarán las ya existentes, hasta que, para cuando llegue iOS 18.4, prevista para marzo de 2025, el ecosistema de Apple Intelligence estará completamente integrado.

Entre esas promesas, destacan herramientas como Genmoji, la integración de ChatGPT y una aplicación llamada Image Playground, que permitirá a los usuarios experimentar con imágenes de manera innovadora. Y no olvidemos las mejoras en notificaciones y en la interfaz del correo electrónico, pequeños detalles que Apple no deja al azar.

La paciencia, parece decirnos Apple, es una virtud. Y los usuarios deberán esperar algunos meses más para experimentar el verdadero potencial de su tecnología de inteligencia artificial. Mientras tanto, cada actualización será un recordatorio de que Cupertino siempre va un paso adelante, trazando un camino firme pero pausado hacia el futuro.

Así, poco a poco, sin apuros, Apple despliega su red. Y nosotros, como siempre, seguimos el hilo, expectantes, sabiendo que cuando todo esté listo, la revolución tecnológica será, una vez más, inevitable.