Violencia en Tabasco es el fracaso de la política de “abrazos no balazos” de AMLO: Xóchitl Gálvez
ESPECIAL
Ciudad de México
La temporada navideña no ha frenado la escalada de violencia del crimen organizado ni la confrontación entre las principales fuerzas políticas en torno al tema de la seguridad.
Los ataques armados, la quema de vehículos y los presuntos disturbios ocurridos la noche del viernes en Tabasco, una entidad que no había experimentado recientemente este tipo de acciones, avivaron las críticas de la oposición hacia la estrategia gubernamental. Esta estrategia ya había sido cuestionada por los hechos de violencia ocurridos recientemente en Guanajuato.
Ayer, desde la precandidata presidencial Xóchitl Gálvez hasta el líder nacional del PAN, Marko Cortés, y los legisladores de estos partidos, se instó una vez más a un cambio de rumbo al que el gobierno de Morena ha persistido en negarse o simplemente ha respondido con silencio.
La senadora con licencia cuestionó el silencio del presidente, mientras que el líder blanquiazul insistió en el fracaso de la política de “abrazos a los criminales”. Mensajes similares fueron compartidos por las senadoras panistas Kenia López y Lilly Téllez.
Desde el PRI, el Grupo Parlamentario en la Cámara de Diputados exigió a la Guardia Nacional que contribuya a restablecer el orden en Tabasco y solicitó una reunión urgente de la Comisión Bicamaral para la Evaluación y Seguimiento de la Fuerza Armada Permanente en tareas de Seguridad Pública para abordar el tema de la violencia.
El coordinador Rubén Moreira Valdez lamentó el caos en Tabasco, “debido a que el crimen organizado se apodera de la entidad”, y pidió a la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, que dialogue con los legisladores para comprender la situación y brindar ayuda.
Asimismo, criticó la actitud complaciente de las autoridades tabasqueñas con los criminales y exigió un cambio en la estrategia de seguridad, ya que los “abrazos” no han tenido resultados. Marco Antonio Mendoza, otro miembro de la bancada, destacó que entidades antes tranquilas enfrentan una crisis de inseguridad sin precedentes debido a la indiferencia del gobierno y su falta de preocupación por el bienestar y la seguridad de los mexicanos.
A pesar de los incidentes en Tabasco, hasta el momento, ni el presidente Andrés Manuel López Obrador ni Morena se han pronunciado al respecto. En cambio, la postura más destacada del oficialismo provino de la precandidata presidencial Claudia Sheinbaum, quien en un foro con medios expresó la necesidad de seguir pacificando al país.