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Tras renunciar a la SCJN, el ministro Arturo Zaldívar hizo los trámites administrativos de rigor para gestionar su retiro. Sin embargo, documentos a los que este medio tuvo acceso muestran su intento de conservar privilegios ya eliminados, como un monto superior a su salario, personal de seguridad y colaboradores, vehículos y combustible, todo a cuenta de la Corte.
Por La Redacción

(Tomada de Proceso)


 

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Aunque el ministro en retiro Arturo Zaldívar se prepara para formar parte de un gobierno que promueve la austeridad y la lucha contra la corrupción –con Claudia Sheinbaum como eventual presidenta del país–, el jurista buscó mantener privilegios millonarios que ni siquiera los ministros en activo tienen.

Proceso confirmó que una semana después de presentar su renuncia a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para adherirse al equipo de la precandidata presidencial de Morena, Zaldívar inició las gestiones administrativas a las que tiene derecho para garantizar que su haber de retiro fuera aprobado por el pleno del máximo tribunal.

Sin embargo, como parte de estas gestiones, intentó sorprender a los ministros con un anexo que le aseguraba que durante los dos primeros años de su retiro conservaría dos camionetas blindadas, gasolina, mantenimiento de los vehículos, cinco colaboradores y seis escoltas de seguridad a cuenta de la Suprema Corte, que ha sido duramente criticada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y la propia Sheinbaum por incurrir en gastos de ese tipo.

El haber de retiro

Anteriormente, cuando un ministro de la SCJN se retiraba, pactaba con el presidente en turno para que, además de los montos salariales establecidos en la ley, se le permitiera mantener diversos privilegios durante los dos primeros años de su salida del máximo tribunal del país, debido a que la Constitución establece que en ese periodo el exintegrante del pleno no puede trabajar.

Entre estos privilegios estaban computadoras, impresoras, personal de servicio, escoltas, vehículos blindados, consumibles y gasolina, entre otros, a cuenta cien por ciento de la SCJN.

Ante los excesos que ello representaba, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) realizó observaciones en el sentido de que este rubro debía regularse.

Por ello en el año 2013 el Pleno de la Corte, entonces encabezada por el ministro Juan Silva Meza, emitió un acuerdo interno en el que se regularon las condiciones del haber de retiro para que ningún ministro volviera a incurrir en tales excesos.

La Constitución establece que los ministros que pasan a retiro no pueden trabajar durante los dos primeros años a la conclusión de su periodo como integrantes del pleno de la Corte.

La Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación precisa que contarán con un haber de retiro vitalicio, pero que en esos primeros dos años recibirán el total del salario que corresponda a los ministros en activo y a partir del tercer año baja a 80 por ciento.

Proceso verificó que, conforme al acuerdo de 2013, las condiciones adicionales establecen que en esos dos años los ministros en retiro tendrán tres personas de servicio con salarios bajos y tendrían la posibilidad de adquirir a precio preferente el vehículo blindado que estuviera bajo su servicio en la Corte al momento de su retiro, de no desearlo la camioneta en cuestión se quedaría en la SCJN.

Con estas condiciones se retiraron los ministros Sergio Valls, en 2014, con un sueldo de 184 mil pesos mensuales; Olga Sánchez Cordero, que en 2015 ganaba 193 mil pesos, y José Ramón Cossío, quien se retiró en 2018 ganando 269 mil pesos.

En el año 2019 el ministro Eduardo Medina Mora fue el primer integrante de la Corte, desde la reforma de 1994, en renunciar a su cargo.

La Ley Orgánica establece que, si un ministro no cumple con los 15 años que dura el cargo, el haber de retiro será ajustado a la parte proporcional del tiempo que cumplió en la Corte. Por ello, en aquel entonces el pleno sesionó de manera privada para ajustar las condiciones en las que se le debía otorgar su haber de retiro.

Ese 2019 el entonces ministro presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, acordó con el pleno una reducción salarial de 25%, por lo que a la renuncia de Medina Mora el cálculo de su haber de retiro se realizó con base en el salario reducido.

En consecuencia, a la renuncia de Medina Mora el ministro ganaba 204 mil 683 pesos mensuales y conforme a la parte proporcional que le correspondió por cuatro años de servicio –pues fue designado por el Senado en marzo de 2015 y renunció en noviembre de 2019–, un total de 68 mil 159 mensuales durante los dos primeros años de retiro que se cumplieron en el año 2021.

Desde 2022 y de manera vitalicia Medina Mora recibe aproximadamente 54 mil pesos mensuales como haber de retiro y ya no cuenta con personal ni vehículo a cuenta de la Corte.

El anexo falso del retiro de Zaldívar

El 11 de diciembre de 2021 el ministro José Fernando Franco González Salas concluyó su periodo dentro de la SCJN. Sus condiciones de retiro fueron las mismas que las del resto de sus compañeros, establecidas en el acuerdo del pleno de 2013.

Fuentes federales confirmaron que el ministro Franco no quiso adquirir la camioneta que utilizaba al momento de retirarse de la Corte.

En aquel momento el pleno era presidido por Zaldívar, quien, según las fuentes consultadas, no sometió a discusión del pleno las condiciones del retiro de Franco. Bajo el entendido de que se retiraría con las condiciones establecidas desde 2013, sus compañeros las aprobaron sin miramientos.

El pasado 7 de noviembre Arturo Zaldívar se convirtió en el segundo ministro de la Corte en renunciar al cargo. De manera sorpresiva anunció que se incorporaría al equipo de trabajo de Claudia Sheinbaum, candidata de Morena a la Presidencia de la República para los comicios de 2024.

La decisión de Zaldívar de adherirse al equipo morenista ha sido duramente criticada por académicos y actores políticos, para quienes la renuncia confirmó que su trabajo como juez constitucional tenía un sesgo en favor de la 4T.

Desde que Zaldívar fue electo presidente de la Corte en el año 2019, nunca ocultó tener afinidades con el proyecto del titular del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador.

Durante los cuatro años de la presidencia de Zaldívar, el mandatario federal siempre reconoció que confiaba en él porque hablaba de “combatir la corrupción dentro del PJF”. Durante la aprobación de la reforma judicial –impulsada por el propio Zaldívar– buscó prolongar su presidencia en la Corte hasta la conclusión de este sexenio.

Como parte de los trámites que Zaldívar debía realizar para retirarse de la Corte y poder trabajar libremente con Sheinbaum estaba la aprobación de su haber de retiro, por lo que indicó a sus excompañeros en el pleno que esperaba se le autorizaran las mismas condiciones del ministro Franco.

A diferencia de lo que ocurrió en 2021 con la salida de Franco, el secretario general de Acuerdos del Pleno de la Corte sometió a discusión de los ministros, en sesión privada celebrada el 13 de noviembre último, las condiciones del haber de retiro de Zaldívar.

El documento, verificado por Proceso, establecía las condiciones del acuerdo del pleno de 2013, pero incluía un anexo que supuestamente también se encontraba en las condiciones del haber de retiro de Franco González Salas.

El anexo, según las fuentes consultadas, no existía en 2021, cuando Franco se retiró y éste ha afirmado a los integrantes del pleno de la Corte en activo que él nunca tuvo conocimiento de ese documento y jamás lo vio.

Este anexo establecía que el salario con el que se haría el cálculo del retiro de Arturo Zaldívar era el de 2018, antes de la reducción salarial de 25% impulsada por él mismo para demostrar austeridad en la Corte.

Es decir, la parte proporcional de 269 mil pesos mensuales por 14 años de servicio en el Máximo Tribunal, que ascienden a 251 mil pesos aproximadamente, y que se le pagarían mensualmente durante los dos primeros años siguientes a su salida de la Corte y posteriormente quedarían en un pago vitalicio de 200 mil pesos mensuales.

Es decir, buscaba retirarse del máximo tribunal del país con un salario mayor al que actualmente reciben los ministros en activo, que es de 206 mil pesos mensuales.

También incluía que, durante esos dos primeros años siguientes a la renuncia, Zaldívar contaría con cinco personas de servicio y seis escoltas de seguridad, así como dos camionetas blindadas, con gasolina y mantenimiento incluidos a cuenta de la Corte.

Del 13 al 20 de noviembre los ministros discutieron en privado qué hacer con el haber de retiro planteado por Zaldívar, quien les afirmó que cuando Franco se retiró ellos aprobaron el anexo.

Los integrantes del pleno indicaron al ministro Zaldívar que ellos nunca aprobaron el anexo, pues no estaba en las condiciones que avalaron para Franco.

Luego de verificar que ni siquiera Franco sabía del anexo ni disfrutaba de las excesivas condiciones ahora planteadas por Zaldívar, los ministros determinaron que el ahora colaborador de Claudia Sheinbaum se retiraría con las condiciones del acuerdo de 2013; es decir, sólo con tres personas trabajadoras del PJF a su servicio y el cálculo de sus pagos mensuales se realizará con base en el salario que actualmente reciben los ministros en activo.

Son chismes: vocero de Zaldívar

Proceso buscó al ministro en retiro Arturo Zaldívar para conocer su posición sobre la información verificada por esta casa editorial.

Vía su secretario particular, Carlos Castaños, dijo que cuando Franco se retiró puso a consideración del pleno el acuerdo para el haber de retiro del ministro y les informó a las ministras y ministros la existencia del anexo.

Agregó que el pleno aprobó su retiro con base en los lineamientos establecidos en la Constitución, y no conforme al anexo cuya existencia fue confirmada por él mismo.

“Ese acuerdo fue aprobado por el pleno y se les informó a las ministras y los ministros que estaba a disposición ese anexo”, respondió Zaldívar en voz de Castaños, quien aseguró: “Todo lo que se está manejando a lo mejor son chismes”.

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