La Comisión de Quejas y Denuncias ha decidido no imponer contra el presidente Andrés Manuel López Obrador por la queja presentada por las medidas de la senadora Xóchitl Gálvez, quien alegó violencia política de género.
Con dos votos a favor y uno en contra, la Comisión exige que las expresiones del presidente en sus conferencias matutinas son críticas duras propias del debate político y no están dirigidas a la senadora por su condición de mujer.
El asunto de fondo, para determinar si el mandatario cometió violencia política de género, será analizado por la Sala Especializada del Tribunal Electoral.

 La senadora del PAN presentó la queja por las expresiones del presidente en varias conferencias de prensa matutinas durante julio.
Las consejeras Dania Ravel y Norma de la Cruz también se manifestaron en contra del proyecto con voz pero sin voto, argumentando que no se realizó un análisis adecuado del caso y advirtiendo la posible violencia política de género.
La presidenta de la Comisión de Quejas, Claudia Zavala, subrayó que las declaraciones del presidente podrían constituir violencia política de género contra la senadora, al atribuirle un papel subordinado y desigual frente a un grupo de hombres. En las mañaneras, el mandatario expresó expresiones como “fue elegido por un grupo de hombres que la han impuesto” o “es un telele, un títere, una empleada de la oligarquía”.
La consejera Dania Ravel dijo que uno de los principales pretextos para negar los derechos político-electorales de las mujeres ha sido mencionado que son manipulables o están subordinadas a lo que dice un hombre. Consideró preocupantes las expresiones del mandatario, como “un grupo de hombres la han impuesto”, “la van a utilizar” y “un títere”, ya que dan a entender que una mujer no puede tomar decisiones por sí misma.
Sin embargo, la consejera Rita Bell López recordó que la Sala Superior del TEPJF limita que las opiniones críticas no deben desincentivarse, sino permitirse, ya que enriquecen el debate político cuando se trata de temas de interés público. Se tomó en cuenta que la discusión está relacionada con temas de interés público y que tanto el presidente como la senadora ejercen cargos públicos de elección popular.