ESPECIAL
Washington, DC.- La administración estadounidense ha dado comienzo a una serie de redadas masivas que han culminado con la detención de 538 migrantes indocumentados. En un comunicado oficial, las autoridades calificaron a los detenidos como “delincuentes inmigrantes ilegales” y señalaron que entre ellos se encuentran un “presunto terrorista” y cuatro supuestos integrantes del Tren de Aragua, una organización criminal venezolana.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) informó en la red social X que ha emitido 373 solicitudes de retención por deportación a diversas fuerzas de seguridad.
La Casa Blanca, por su parte, no ha ocultado su satisfacción. Karoline Leavitt, secretaria de prensa, aseguró en un mensaje en redes sociales que entre los arrestados hay personas “condenadas por delitos sexuales contra menores” y afirmó que cientos más han sido deportados a bordo de aviones militares. “La mayor operación de deportación masiva de la historia está en marcha. Promesas hechas. Promesas cumplidas”, destacó Leavitt.
La Casa Blanca también compartió imágenes de un avión militar despegando del aeródromo de Biggs, en El Paso, Texas, con destino a Guatemala, transportando a entre 75 y 80 migrantes indocumentados, acompañadas del mensaje: “Los vuelos de deportaciones han comenzado”.
Medidas controversiales y críticas internacionales
El retorno de Donald Trump al poder ha traído consigo el restablecimiento de políticas migratorias altamente restrictivas. El presidente anunció el regreso del programa “Quédate en México”, que obliga a los solicitantes de asilo a permanecer en territorio mexicano mientras se procesan sus peticiones. También puso fin a programas implementados por Joe Biden que ofrecían vías legales para quienes huían de la violencia y la persecución política.
Entre las órdenes ejecutivas firmadas por Trump figura una controvertida medida que busca restringir el derecho de ciudadanía por nacimiento, protegido por la 14ª Enmienda de la Constitución. Esta disposición ha sido temporalmente bloqueada por un juez federal.
El endurecimiento de las políticas migratorias ha desatado críticas tanto dentro como fuera de Estados Unidos. La portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, recordó este viernes que “el derecho a solicitar asilo es un derecho humano universalmente reconocido”.
En el ámbito local, figuras como el alcalde de Newark, Nueva Jersey, Ras Baraka, han denunciado abusos en las redadas llevadas a cabo por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Baraka calificó de “atroz” la detención de un veterano del ejército estadounidense durante un operativo en su ciudad.
Un mensaje directo
Donald Trump ha reforzado su retórica antimigrante, utilizando términos como “invasión” para describir la llegada de personas sin visa al país. Según sus declaraciones, estas medidas son necesarias para proteger la “soberanía” y los “intereses” de Estados Unidos, pese a las crecientes críticas internacionales y el impacto humanitario que estas acciones suponen.
El endurecimiento de las políticas migratorias del presidente refleja una prioridad clara: reforzar su base política a través de medidas drásticas, en un contexto de polarización y tensión social que marca la nueva era de su gobierno.