Marco Rubio, otro halcón de Trump, será secretario de Estado en el gobierno norteamericano
ESPECIAL
Washington, EU.- El expresidente Donald Trump, quien se prepara para regresar a la Casa Blanca, anunció esta semana la designación del senador republicano Marco Rubio como secretario de Estado. Rubio, conocido por su postura dura hacia los gobiernos considerados hostiles a Washington, aseguró que su prioridad será ejecutar la agenda internacional de Trump.
“Bajo el liderazgo del presidente Trump, lograremos la paz a través de la fuerza y siempre pondremos los intereses de Estados Unidos por encima de todo lo demás”, declaró el legislador en un comunicado. Rubio ha sido promotor de sanciones económicas dirigidas contra países como China, Cuba, Irán, Nicaragua y Venezuela, lo que anticipa una gestión marcada por la confrontación.
Primer secretario de Estado de origen hispano
Hijo de inmigrantes cubanos que llegaron a Florida huyendo del régimen de Fidel Castro, Rubio será el primer secretario de Estado de origen hispano. Sin embargo, su postura contraria a gobiernos progresistas en América Latina ha generado controversia.
En 2022, acusó al entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de entregar partes del país a los cárteles del narcotráfico y lo señaló como defensor de lo que calificó como “tiranías” en Cuba, Nicaragua y Venezuela. Estas declaraciones podrían marcar el tono de su gestión hacia la región, donde se anticipa una política de mayor presión.
Una relación pragmática
La relación entre Trump y Rubio no siempre ha sido cercana. En las primarias de 2016, Trump se burló públicamente del senador, apodándolo “Little Marco”. Sin embargo, ambos han encontrado coincidencias estratégicas, particularmente en su crítica al gasto en Ucrania. Según el Departamento de Defensa, Estados Unidos ha destinado más de 56 mil millones de dólares a ese país desde 2022, una cifra que Rubio considera insostenible.
Con esta designación, Trump fortalece su proyecto de regresar al poder con un gabinete alineado a su visión nacionalista y confrontativa, reafirmando su intención de redefinir el papel de Estados Unidos en el escenario global.