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ESPECIAL

Claudio X. González, uno de los empresarios más visibles en la lucha contra las políticas de la 4T, anunció este 5 de septiembre que la oposición ha logrado sumar los votos necesarios para frenar la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La reforma, que busca establecer la elección popular de jueces y magistrados, ha sido calificada por González y otros opositores como un intento de concentración de poder que pondría en riesgo la independencia judicial.


 

Desde su cuenta en la plataforma X (antes conocida como Twitter), el empresario publicó con precisión la hora: “14:00hrs. del 6 de sep: está completo el ‘democratómetro’. 43 de 43 senadoras y senadores de oposición han confirmado que votarán en contra de la nociva reforma judicial”. Un mensaje que deja entrever la magnitud de las gestiones políticas que han tenido lugar en las semanas recientes, a puertas cerradas, en reuniones privadas donde las posiciones de los legisladores eran negociadas con presión constante de figuras como él.

González, fundador de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, ha sido un actor clave en la articulación de movimientos opositores contra las reformas de López Obrador. En esta ocasión, su postura ha sido respaldada por bancadas completas de partidos como el PRI, PAN y Movimiento Ciudadano. La decisión de Daniel Barreda, senador de Movimiento Ciudadano, fue el voto clave para asegurar el bloqueo. Barreda había sido señalado como indeciso, pero fue persuadido tras recibir un llamado público de Enrique Krauze, historiador y figura influyente de la oposición, quien evocó a Justo Sierra y la defensa de la independencia del Poder Judicial en tiempos de Porfirio Díaz.

Este contexto refleja una batalla más amplia que no solo es sobre votos en el Senado, sino sobre la narrativa de lo que representa la independencia de los poderes. En su mensaje, González no se limitó a dar las gracias; elevó la retórica al calificarlos como “héroes de la República”, con una advertencia clara: “Ahora, a cumplir la palabra empeñada”.

Mientras tanto, el ambiente en torno al Senado está tenso. Fuera del recinto, empleados del Poder Judicial han protagonizado protestas para expresar su rechazo a la reforma, temerosos de que su autonomía se vea comprometida. Desde el gobierno, se asegura que la reforma busca democratizar el acceso a la justicia, pero la oposición insiste en que las verdaderas intenciones son otras.

El resultado de esta votación será un punto de inflexión para el futuro de la justicia en México.

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